Tras la salida de militantes en la semana, argumentan que son el único partido fuera de los conglomerados tradicionales con presencia nacional, requisito para presentar candidato presidencial.

Maximiliano Alarcón González
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Marco Enríquez-Ominami está con la confianza en alto. Aseguró que será candidato presidencial y que triunfará en las elecciones. Sus palabras, en medio de una semana en que su tienda, el Partido Progresista, ha protagonizado las noticias políticas debido a su situación interna, tras la renuncia de unos setenta militantes.

Pero el PRO sigue trabajando en dos vías principalmente: La carrera presidencial de Enríquez-Ominami y, por otro lado, lo netamente orgánico. Por esto, ayer viernes llegaron hasta Concepción dos de sus máximos dirigentes, Camilo Lagos y Pedro Abarca, vicepresidente y secretario nacional del PRO, respectivamente.

El 21 de enero es el Consejo General del PRO, donde se discutirá y tomarán resoluciones. Por esto, es que de manera previa han estado realizando encuentros en cada una de las regiones, para anticipar los temas que marcarán la conversación.

Pero los líderes progresistas no pueden evadir la contingencia como tema de conversación: "Todos los partidos tienen procesos naturales de entradas y salidas, sobre todo antes de una elección y después de esta, salen por cosas como la ley anti díscolos, pero pasa en todos los partidos. Hubo una noticia nacional por la renuncia de 17 militantes, ellos decían que representaban a 74, pero eso en términos legales es imposible, porque las renuncias son personales", expresó Camilo Lagos.

El vicepresidentre señala que en 2016 han entrado más de 17 mil nuevos integrantes al PRO. Pero la duda es cuántos de esos son militantes activos. Lagos dice que es uno de los desafíos que tienen como partido de ahora en adelante, "convertir la adherencia ideológica en militancia. Acá en la región es muy activa, tuvimos una reunión acá en la provincia con casi 50 militantes que son dirigentes. El desafío es que los casi 2 mil que han ingresado en la región se conviertan en militancia activa".

Por su parte, Pedro Abarca señala que la situación actual de la política hace que la gente no crea en los partidos, pero que la cantidad de personas que han ingresado últimamente a la colectividad es prueba de que las propuestas que entregan son atractivas, además acusa que sobre la renuncia de militantes al PRO es "una noticia inflada, es una noticia de cartón, porque los hechos demuestras que el Partido Progresista se fortalece y crece".

Algo similar dice Lagos: "Para que sea noticia nacional la renuncia de 17 militantes, hay algo detrás, porque a diferencia de otros movimiento, el PRO es el único partido inscrito en todo Chile, que permite levantar candidaturas parlamentarias y presidenciales por fuera del duopolio, por eso somos una amenaza para el establishment".

El dirigente agregó que buscan una nueva forma de militancia, que sea más atractiva para las nuevas generaciones.

Otro tema que preocupa al PRO es conseguir unidad con los sectores externos a los conglomerados tradicionales. En el Bío Bío, a nivel informal no hay mala relación con los progresistas locales, pero la situación judicial de Enríquez-Ominami es una muralla que impide el trabajo oficial entre la colectividad y el denominado frente amplio.

Abarca explica que "es histórica la falta de unidad entre las fuerzas de izquierda. Si vemos el proceso traumático de la Unidad Popular el ‘73, fue por la incapacidad de las fuerzas revolucionarias de hacerle frente a la derecha conservadora. Si la dictadura fue derrotada fue gracias a la capacidad de los dirigentes de ponerse de acuerdo. Si no podemos ponernos de acuerdo difícilmente vamos a poder entregarle una alternativa a los ciudadanos".

Por la importancia de Enríquez-Ominami se suele tildar al PRO de caudillista, algo que los dirigentes también rechazan: "Discúlpame, pero Gabriel Boric cuando fue expulsado fue acusado de caudillista. En Revolución Democrática a quién conoces aparte de Giorgio Jackson, a nadie", dice Abarca, agregando que en probablemente, los movimientos y partidos emergentes irán sumando dirigentes de importancia".

Los dirigentes dicen que ellos tienen una orgánica desarrollada y una amplia cantidad de militantes y dirigentes con capacidad ¿Entonces por qué escoger a Enríquez-Ominami como candidato presidencial? Tomando en cuenta su alicaído momento en las encuestas luego de ser formalizado en el caso SQM.

Camilo Lagos explica: "El liderazgo de Marco es indudable. Hoy está afectado por una campaña mediática brutal y una acusación injusta que bordea estar fuera de derecho. Nosotros confiamos en su inocencia y lo vamos a demostrar en el juicio, por eso queremos juicio, nada de abreviados".

Lagos agrega que no son amigos de las encuestas: "La CEP marcaba un 1%, en 2013 marcábamos 2% y terminamos en 11%. Golborne lideraba en esa época y mira lo que pasó. Vamos a trabajar por, al salir de los casos judiciales, recuperar la confianza de los chilenos, estamos convencidos de algo es de la inocencia de los casos que se nos acusan. Hoy tenemos certeza de que Marco es la mejor opción presidencial".