Además, aseguró que no necesita "más de 3 o 4 millones al mes para vivir" y que tiene un "un saldo común y corriente de unos $130 millones" en el banco para emergencias.
La máxima autoridad de la Cátedra Evangélica, Eduardo Durán, se refirió a los cuestionamientos de los que ha sido parte, debido a los objetos de lujo y millonarias sumas que posee gracias a los fieles por concepto de diezmos.
El obispo evangélico afirmó, tal como declaró frente Fiscalía de Alta Complejidad Oriente, que del diezmo que recibe separa una cantidad para sus gastos y lo demás va a una cuenta bancaria.
“Yo no necesito más de 3 o 4 millones al mes para vivir, (…) tengo un saldo común y corriente de unos $130 millones, con reserva para cualquier emergencia”, señaló en entrevista con CHV.
“En todos los estatutos dice que todos los diezmos serán de libre disposición del pastor, eso no quiere decir que el pastor se quedará con la totalidad”, añadió Durán, quien indicó también que parte del monto va dirigido a la construcción de nuevos templos.
El obispo Durán explicó que “un pastor saca la plata para comprar una casa de la plata de los diezmos, porque está siete días a la semana, las 24 horas al día al servicio de la Iglesia”.
A su vez, aseguró vivir “de forma austera”, justificando la adquisición de un Mercedez Benz de un valor cercano a los $88 millones, junto con otros autos de lujo, bajo el argumento que estos buscan “dignificar a la Iglesia evangélica“.
Bajo este marco, al ser consultado de si recibe críticas de parte de los fieles, respondió que “todo lo contrario”. “Me dicen que ojalá el obispo tuviera un avión para movilizarse dentro del país”, precisó.
Eduardo Durán actualmente es investigado por parte de la Fiscalía de Alta Complejidad Oriente y la PDI por el delito de lavado de activos.
Esta nota se refiere a un proceso judicial en curso. Diario Concepción obtuvo antecedentes a través de fuentes periodísticas y la información publicada sobre los protagonistas no los califica necesariamente como culpables de los hechos. Tal como establece el artículo 4 del Código Procesal Penal, los imputados no serán consideramos como culpables hasta que la justicia dicte sentencia.