El Presidente Sebastián Piñera salió al paso de las críticas y explicó la determinación de no suscribir al tratado de migración que fue acogido por 154 países y que contempla 23 puntos para regular las políticas en dicha materia.
En un punto de prensa, el mandatario explicó que la decisión responde a que dicho pacto “incentiva la migración irregular, establece nuevos deberes para el Estado de Chile, restringe nuestra soberanía y puede perjudicar a nuestro país en eventuales juicios internacionales”.
Esas características del acuerdo no vinculante, afirmó “contradice algunos de los principios y objetivos de nuestras políticas de migración ordenada, segura y regular”.
Además reiteró que en Chile existe una política migratoria abierta a todos aquellos que vienen en búsqueda de una mejor vida, siempre y cuando “respeten nuestras leyes, se integren a nuestra sociedad y aporten al desarrollo”.
Sin embargo, puntualizó, “queremos tener una política de migración que cierre las puertas a quienes vienen a causarnos daño, por ejemplo, los que vienen a cometer delitos, los narcotraficantes, los que hacen trata con personas o el crimen organizado”.