María Ignacia Fernández
Ministra de Agricultura
La fruticultura chilena es una historia de éxito construida en base al esfuerzo de miles de personas, al trabajo técnico del Estado y a la confianza que el mundo ha depositado en la calidad de nuestros productos. A través del trabajo público-privado, se ha podido cuidar el sector rural, la competitividad de nuestras exportaciones y la reputación de Chile como país serio y confiable. Por eso, frente a la amenaza de la mosca de la fruta, Chile dice NO.
La sanidad vegetal es un interés nacional desde hace varias décadas. En nuestro país, la fruticultura representa el 37% del PIB silvoagropecuario y genera cientos de miles de empleos en regiones. Chile es líder mundial en la exportación de cerezas y líder del hemisferio sur en la producción y exportación de uvas de mesa, arándanos y nueces, con envíos que superaron los US$ 9.460 millones la última temporada. Este liderazgo solo es posible gracias a un estándar fitosanitario ejemplar que debemos proteger con decisión, rigor técnico y coordinación.
Nuestro Gobierno ha desplegado un Plan de Acción Integral para combatir la mosca de la fruta, con control, coordinación y transparencia. No hay espacio para la improvisación. Este plan combina refuerzo en la detección temprana, control fronterizo y erradicación, junto a una fuerte coordinación entre los ministerios de Agricultura, Interior, Seguridad Pública, Aduanas, Carabineros, la PDI y la DGAC. El Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) cumple su histórico rol en la vanguardia, incorporando nuevas capacidades de anticipación de riesgos y vigilancia estratégica.
Vamos a fortalecer la inteligencia sanitaria, con la creación del Departamento de Inteligencia Fito y Zoosanitaria, el uso ampliado de la Técnica del Insecto Estéril, más trampas, biopesticidas y nuevas tecnologías. Para los productores, especialmente los más pequeños, se ha establecido un seguro colectivo sin costo y medidas de acompañamiento técnico a través de INDAP.
Avanza también en el Congreso la iniciativa que tipifica como delito la internación de plagas vegetales o enfermedades animales con penas de cárcel para los infractores y que refleja el compromiso transversal que Ejecutivo y Legislativo hemos asumido con la protección fitozoosanitaria de nuestro país.
Pero ningún plan será suficiente sin el compromiso de las personas. Ingresar fruta sin declarar o mover productos entre zonas bajo control está prohibido y puede implicar multas, decomisos o incluso sumarios. Declarar o entregar los productos agrícolas en los puntos SAG no solo evita sanciones: protege el trabajo de miles de familias y la reputación del país.