¿Que esperan nuestros políticos para llegar a un consenso en un tema tan crucial?
Beatriz Larraín Martínez
Colaboradora Centreo Estudios Europeos
Hace ya más de un año que el gobierno presentó ante el Congreso el proyecto de ley destinado a regular el uso de la fuerza por parte de las policías. Desde abril del 2023 a la fecha, una serie de incidentes han destacado la necesidad de una ley que regule en forma clara esta materia. Y si bien es cierto un texto nunca podrá frenar del todo la violencia policial (ni tampoco la dirigida a la policía), si dará una señal clara de consenso social respecto a cómo medir y aplicar correctamente la fuerza en respuesta a la delincuencia.
Otros países han resuelto este asunto hace bastante tiempo. En los EEUU por ejemplo, aún con la inherente complejidad de la regulación en un estado federal, existen diversas normativas que regulan el uso de la fuerza. A nivel federal existen las reglas del Departamento de Justicia que parten del estándar fijado en el caso Graham v Connor decidido por la Corte Suprema de los EEUU en el año 1989. A nivel estatal hay leyes específicas aplicables, y dentro de los estados hay condados y circunscripciones cuyos departamentos de policía tienen también sus propias reglas sobre el uso de la fuerza.
En España, una ley orgánica vigente desde el año 1986 regula el uso de la fuerza en términos generales. Además las Comunidades Autónomas y las Corporaciones locales cuentan con competencias específicas para organizar y establecer sus propios estatutos al respecto, amén de protocolos específicos en las distintas policías. Aún más, la estructura de las policías en España es compleja, existiendo a nivel nacional dos policías distintas: el Cuerpo Nacional de Policía y la Guardia Civil, además de cuerpos policiales autónomos.
Así hay muchos otros ejemplos a nivel mundial de países con estructuras territoriales y administrativas complejas como los EEUU y España, que, sin embargo, han logrado acordar sus reglamentaciones hace ya algún tiempo. El Presidente Boric ha expresado que no se debe legislar “en caliente”, pero la verdad es que este tema lleva ya más de un año siendo debatido en el Congreso y aún así no se logra acuerdo. ¿Que esperan nuestros políticos para llegar a un consenso en un tema tan crucial? No queda más que ser optimista y esperar que esta vez se logren los anhelados acuerdos, como en muchos otros países.