RODRIGO DAROCH
Jefe Unidad de Pesca
La pesca artesanal, una actividad ancestral arraigada en las costas de Lebu y las caletas del Golfo de Arauco, se enfrenta a un desafío crucial: la gestión responsable de los residuos generados en sus procesos extractivos y productivos. Esta problemática, que durante mucho tiempo ha sido una externalidad negativa para el medio ambiente y la comunidad, ahora está siendo abordada con determinación por una alianza innovadora entre el CFT CEDUC UCN sede Lebu, la Federación de Pescadores de Lebu y el Gobierno Regional del Biobío.
El proyecto titulado “Gestión de Residuos del Sector Pesquero Artesanal” ha logrado avances significativos desde su inicio. Un diagnóstico exhaustivo reveló que la pesca en la comuna de Lebu y las caletas de Arauco generan más de una tonelada diaria de residuos, destacando especialmente los provenientes de envases plásticos y artes de pesca. Además, se identificaron contaminantes peligrosos como aceites utilizados en motores, pilas y baterías, agravando aún más la huella ambiental de esta actividad esencial.
Frente a estos hallazgos, la ejecución del proyecto ha tomado un giro proactivo al incorporar los principios de la economía circular en la cadena productiva de la pesca artesanal. Este enfoque no solo busca reducir la generación de residuos, sino también agregar valor a aquellos que inevitablemente se produzcan. La concientización y la capacitación ambiental son piedras angulares de esta iniciativa, dirigidas no solo a los pescadores artesanales, sino también a toda la comunidad y a los actores vinculados a la industria pesquera.
Con una inversión de 340 millones de pesos, este proyecto no solo es ambicioso en su alcance, sino que demuestra un compromiso tangible con la sustentabilidad a largo plazo. Los principales beneficiarios son los pescadores artesanales de las caletas del Golfo de Arauco, incluyendo Tubul, Llico, Punta Lavapié y Rumena, así como las caletas de la comuna de Lebu, que alberga el puerto artesanal más grande de Chile, y la emblemática Isla Mocha.
Las acciones concretas incluyen la instalación de pilotos innovadores que buscan transformar los residuos pesqueros en recursos valiosos. Estos esfuerzos no solo contribuyen a mitigar los impactos ambientales, sino que también abren nuevas oportunidades económicas para los pescadores artesanales, fortaleciendo así la sustentabilidad de toda la industria.
En resumen, la gestión de residuos en la pesca artesanal se está convirtiendo en un ejemplo inspirador de cómo la colaboración entre instituciones educativas, comunidades locales y entidades gubernamentales puede generar soluciones innovadoras y sostenibles. Este proyecto no solo apunta a resolver un problema ambiental inminente, sino que también establece un precedente para el futuro de la pesca artesanal, donde la armonía entre la actividad humana y el entorno natural se convierte en la piedra angular de la prosperidad a largo plazo.