Opinión

El largo proceso para escribir una nueva Constitución

Por: Diario Concepción 18 de Mayo 2023
Fotografía: Ana Albornoz | Cedida

ANA ALBORNOZ CUEVAS

Alcaldesa de Santa Juana

 

En octubre de 2020, Chile aprobó, con una votación de casi 80%, cambiar la Constitución actual que rige desde el año 1981, época del régimen de Augusto Pinochet.

Los chilenos y chilenas nos hicimos escuchar, queríamos una nueva Carta Magna, una que nos representara en la gran diversidad.

Ocho meses después, la Convención Constituyente, elegida también popularmente, comenzó a redactar la nueva propuesta que fue rechazada, en septiembre de 2022, con un 61,86%.

Así hemos transitado estos últimos años, quizás cada vez con menos información.

En el último plebiscito se eligió el nuevo Consejo Constitucional, cuya tarea es hacer algunos arreglos a una propuesta hecha por el Comité de Expertos, lo que se traduce en un gran desafío, ya que la Constitución de una nación debe ser un traje a la medida de la sociedad, utilizando todas las herramientas que nos entrega la democracia y debe contar con la mayoría de las ciudadanía para su legitimidad y representatividad.

Según la última premisa, debemos observar que en el Plebiscito del 7 de mayo, hubo una gran cantidad de votos nulos y blancos, es decir, los electores que no marcaron una preferencia, superaron el 20%. Estamos hablando de un quinto de los votantes en todo el país, es decir que una parte importante del electorado no se pronunció.

Cabe preguntarse el porqué, y podemos inferir que en gran medida fue por desconocimiento del proceso y no adherencia a las discusiones de la clase política.

En vista de los resultados de las votaciones, ahora contamos con mayoría de consejeros constitucionales que están a favor de seguir con la misma Constitución que nos rige hasta ahora. La gran tarea que tenemos quienes queremos mejorar las condiciones de vida de nuestro país, es lograr representar a ese 20% que no se siente parte de un estado democrático, pero que tampoco quiere cambios estéticos.

Es nuestra misión abordar temas como medio ambiente, género, sistema de pensiones, royalty, educación, salud, sistemas de cargas impositivas, entre tantos otros que hoy resuenan, sobre todo en la población más joven.

Resulta fundamental que este traje a la medida de Chile sea breve, técnico, pero sobre todo quede bien en talla y que se adapte a los tiempos. Esto implica considerar que el pueblo y la sociedad chilena no puede retroceder a épocas medievales en cuanto a derechos de género.

No puede volver a períodos esclavistas donde se vulneren y saqueen nuestros territorios, prueba de esto es la escasez hídrica.

En definitiva, no podemos pretender volver a un sistema económico que deja fuera a las personas, sin acceso a la salud, seguridad social, sistema de previsión, sin derechos sindicales y que dejó endeudado a casi todo Chile con el CAE y el Fondo Solidario.

Un sistema que tiene a la mitad del país haciendo bingos, para pagar tratamientos médicos o que reparte el agua en camiones aljibes, donde se incendian los campos y las regiones están completamente postergadas.

El traje actual ya no nos queda, A Chile le quedó chico hace tiempo. En esta primavera queremos un vestido hermoso, lleno de colores que iluminen y le quede bien a un Chile más moderno y justo. Los que creemos que otro mundo es posible, seguiremos generando conciencia.

Queremos que nuestro pueblo esté atento y vigilante, que luche hasta obtener el resultado que esté acorde con lo que necesita nuestro país.

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