Opinión

Campos de cenizas

Por: Equipo Digital 04 de Enero 2023
Fotografía: Archivo.

Ana Albornoz Cuevas
Alcaldesa de Santa Juan

Como una comuna costumbrista se ha reconocido Santa Juana en la región y el país, esta definición refleja los usos y costumbres de la sociedad, referidos a una región o país concreto y al conjunto de su folclore tradicional. Costumbre se define a su vez como un hábito o tendencia adquirida por la práctica frecuente de un acto. En mi formación profesional, estudiamos el concepto de costumbre jurídica como un conjunto de normas derivadas de la repetición constante y uniforme de ciertos actos, unido al convencimiento colectivo de que obedece a una necesidad jurídica. Varias definiciones existen para definir este concepto, sin embargo lo que es común en ellas, es la reiteración constante y fija de algo, y si, en Santa Juana sabemos de eso, no por “costumbristas”, sino porque hemos tenido que aceptar que cada año un incendio quemará miles de hectáreas de monocultivo y que cada cuatro esas cifras crecen cuando comienzan los megaincendios.

Se habla mucho del valor de lo nuestro, de respetar el trabajo campesino y valorar su trabajo y sus productos, de lo rico y saludables que son, sin embargo, privados y sobre todo el Estado de Chile solo lo usan en campañas de eslogan. Históricamente, hemos apuntado los dardos hacia las forestales, que si bien tienen responsabilidad en estos hechos por la plantación indiscriminada de monocultivos en zonas rurales del Biobío, también han ido en parte reparando con acciones concretas el daño ocasionado hacia nuestras comunidades y territorios.

Vivimos dentro de las forestales, nuestras comunidades han sido obligadas a relegarse a los pequeños sectores urbanos para obtener servicios básicos como agua, luz y alcantarillado, simplemente por que el Estado no ha llegado, no está presente y a obligado a nuestras campesinas y campesinos vivir en el ostracismo, en la pobreza, es más, fue el Estado de Chile que por años subsidio a las forestales y al monocultivo, creando instituciones públicas para ello.

Entonces ¿por qué no se subsidia a la pequeña agricultura? Si en las últimas catástrofes de terremotos, conflictos sociales, hasta en la pandemia recurrían hasta nosotros para obtener alimentos producidos por nuestros campos que hoy están convertidos en cenizas.

En campaña quienes postulan a gobierno reconocen las falencias del sistema, pero lo mantienen, como campesinas y campesinos sentimos que se nos ha invisibilizado y relegado a un último lugar, sin embargo, postulamos que la economía de sustento es un Derecho Humano y hoy con esta catástrofe, nuestro mundo rural a perdido no solo bienes materiales, sino su trabajo de años, una vida entera en manos del fuego y la falta de Estado. Un Pacto Social para los sectores agrícolas es el llamado que hacemos desde Santa Juana al mundo rural chileno, uno donde estén presentes los organismos que pesan y no las intenciones de grupos que hablan desde la academia u otros espacios inocuos sobre territorios libres o soberanía alimentaria, siendo incapaces siquiera de oponerse cuando nos llenan de monocultivo nuestros cursos de agua o prestar ayuda en momentos de urgencias.

Un pacto social para los sectores agrícolas, donde el Estado repare años de abandono y donde las empresas comprendan que el desarrollo no es solo plantar para lucrar.

Etiquetas