Opinión

Ciclos naturales y el inevitable retorno a las estrellas

Por: Diario Concepción 22 de Septiembre 2022
Fotografía: Katherine Henríquez Brocal

Katherine Henríquez Brocal
Lcda. y magíster en Astronomía UdeC

Al observar nuestro mundo, nos damos cuenta que la naturaleza está marcada por ciclos físicos, millones de ellos actúan en completo silencio, haciendo posible nuestra cotidianidad y existencia. Hoy, quiero hablar sobre cómo pasamos desapercibidos en el mundo que nos rodea, mientras este trabaja incansablemente para nosotros.

Dejaré de lado mi última frase llena de ego en el párrafo anterior, ya que el mundo no trabaja para nosotros, más  bien somos parte de esta gran máquina llamada ecosistema, sin nosotros o sin especies vivas que habitan esta tierra, las cosas también se complicarían un poco. Todo comienza con una estrella, al morir, deja una nube de  gas y polvo llamada nebulosa planetaria, a través de muchas generaciones de estrellas la nube se enriquece más y más. Los planetas que se forman alrededor de la estrella contienen todos los elementos fusionados en ellas. Así  mismo, la Tierra y los seres que la habitamos no somos ajenos a estos componentes y tenemos integrados todos los elementos esenciales que, en un inicio, estaban en la nebulosa planetaria. Pasados millones de años, los eventos evolucionaron hasta encontrar formas en las que seguían funcionando y por eso perduraron.

Probablemente has escuchado sobre el carbono, este es el principal componente de las especies vivas y es capaz de fluir entre la tierra, el mar y la atmósfera a través del conocido ciclo del carbono. La materia orgánica se acumula en las rocas, con el tiempo pasa lentamente hacia la tierra, en ella, plantas y animales se nutren y son capaces de obtener este  carbono, pero este elemento también depende de ellos, sin la respiración de las especies, el carbono no podría transferirse al aire. Luego, al  término de su vida, las especies son integradas a la tierra o al agua, donde el ciclo comienza nuevamente.

A su vez, el ciclo del carbono no sería posible sin la marcha continua de la Tierra, el movimiento de rotación  marca el día/noche y le dice a las especies en qué momento deben recibir luz del sol para hacer fotosíntesis o a qué hora deben alimentarse y descansar.

La vida ha sido posible sólo a un continuo de eventos que, en un principio quizás surgieron del azar, se repiten sin descanso y sin que nos demos cuenta, en donde, en un momento dado encuentran un equilibrio y se quedan allí, debido a que funcionan y se retroalimentan. Todas las especies, sean del mundo vegetal o animal, necesitan de estos ciclos naturales para sobrevivir y heredar su energía o aprendizaje a la siguiente generación, nuestro ciclo también se completará algún día y volveremos a las estrellas, en donde comenzamos en primer lugar.

Dedicado a la memoria de Michael Schnaitmann.

 

Etiquetas