Insto al Presidente Gabriel Boric a darle celeridad al proyecto anunciado en su cuenta pública.
María Candelaria Acevedo
Diputada de la República
Una semana ha pasado desde el Plebiscito de salida y 49 años desde la concreción del golpe de Estado cívico–militar. Heridas que no han cerrado y que difícilmente cerraran hasta que se logren saldar las carencias en derechos sociales, por un lado, y hasta que se logre la justicia, reparación y se asegure la no repetición en el caso de quienes fuimos víctimas de la represión de la dictadura.
Y si bien he escuchado muchas veces, incluso en el Congreso, que esto fue hace tantos años, hoy, en este 11 de septiembre que comienza el camino a la conmemoración de los 50 años del golpe de Estado, puedo decir que no es posible olvidar a nuestros amigos y familiares que fueron torturados, fueron masacrados, fueron asesinados. De muchos de ellos aún no sabemos nada.
Pero no es solo por ellos y ellas que no es posible olvida, sino que, por todas las violaciones a los derechos humanos en esos 17 años de dictadura, entendiendo que los derechos humanos son contrarios a la explotación, al abuso y toda forma de exclusión social. Vaya que fuimos excluidos, siendo prueba de ello la Constitución del 80, escrita entre cuatro paredes y que aún sigue vigente, texto que ha sido incluso más dañino que la represión misma que ejercieron las fuerzas armadas y las policías.
Señalo lo anterior porque esa carta magna, concebida por civiles, ha segregado a nuestro país, ha profundizado la división, transformándonos en uno de los países con más desigualdad y no es ocurrencia mía, ya que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), establece que Chile está solo detrás de Costa Rica en la lista de los países más desiguales de la región.
Y hablando de los civiles, debo decir que han pasado desapercibidos tras el retorno a la democracia, dejándose en el olvido el rol preponderante que jugaron en los años de dictadura. A ellos, y ellas también se les debe perseguir, toda vez que en sus labores post dictadura han sido algunos de las principales voces del negacionismo y eso no lo podemos tolerar, ya que sus palabras nos recuerdan cada cierto tiempo unos dolores intensos.
Es por lo mismo que insto al Presidente Gabriel Boric a darle celeridad al proyecto anunciado en su cuenta pública, esa iniciativa que nos entregaría justicia, reparación y garantías de no repetición.