Opinión

Algunos alcances sobre un plebiscito histórico

De triunfar la opción apruebo, es probable que algunos partidos intenten presentar propuestas para reformar los capítulos más polémicos del texto.

Por: Diario Concepción 04 de Septiembre 2022
Fotografía: Alfonso Henríquez

Alfonso Henríquez Ramírez
Dr. en Derecho y profesor UdeC
Director de Foro Constituyente

La campaña ha amplificado muchas de las tensiones que se vivieron durante el trabajo de la Convención. Es normal que, en este tipo de procesos eleccionarios, las posiciones se tiendan a polarizar. No obstante, la discusión se ha visto empañada por argumentos que han tendido a distorsionar muchos de los problemas del texto, apuntando en muchos casos a interpretaciones exageradas o poco plausibles o a exagerar sus virtudes. Esto ha impedido un debate mucho más serio y reflexivo sobre el documento. En ningún caso esto quiere decir que no existan buenas razones para rechazar o aprobar el texto, sino más bien, supone que la discusión ha privilegiado el debate sin fundamento, la caricatura y el ataque personal.

Además, se trata de una elección que ha estado marcada por una profunda crisis económica, por problemas de seguridad pública, por una agudización del conflicto en la macrozona sur, y por un cierto cansancio también entre la ciudadanía. Estos factores también inciden positiva o negativamente en la valoración del proceso y del texto.

Gane una u otra opción, el proceso seguramente seguirá su curso. De triunfar la opción apruebo, es probable que algunos partidos intenten presentar propuestas para reformar los capítulos más polémicos del texto. Por otro lado, será necesario comenzar a implementar muchos de sus capítulos, tarea que no será fácil, sobre todo debido a que la conformación del actual Congreso es muy distinta a la que tuvo la Convención. Estos dos aspectos serán cruciales a fin de recuperar la confianza de la ciudadanía. El triunfo del rechazo a su vez pondrá a prueba la palabra de aquellos sectores que se han comprometido con la continuidad del proceso. Las dudas a este respecto sin embargo son variadas, dado que no existe claridad acerca de la forma concreta en como esto se concretará, cuanto durará ni sobre los contenidos.

La falta de un compromiso decidido por llevar adelante estas reformas o por continuar con el proceso, solo aumentará la profundidad de la crisis en la que nos encontramos.

Finalmente, y cualquiera sea el resultado, la alternativa vencedora deberá tomar en consideración la voluntad democrática, recoger la voz de quienes resulten derrotados el 4 de septiembre y dar cuenta de forma adecuada de las demandas de la ciudadanía.

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