Vale la pena vernos, ver a nuestra familia, a nuestros vecinos y colegas, reconociendo nuestras semejanzas y diferencias y preguntarnos, ¿cómo nos ve la Constitución?
José Ramírez Gaete
Abogado-Corporación Colectiva Justicia en DDHH
Una Constitución es un texto que describe la manera en cómo nos vemos los unos a los otros, aquella forma en que nos reconocemos y nos proyectamos hacia el futuro como una comunidad, como un cuerpo colectivo capaz de reconocerse, con nuestras semejanzas y diferencias, decididos a transitar un camino largo hacia un horizonte en común.
En este sentido, vale preguntarse ¿cómo ve a Chile la propuesta constitucional? Podemos destacar seis novedosas formas de reconocimiento que buscan visibilizar el pluralismo que nos conforma como comunidad. En primer lugar, el mismo preámbulo nos sitúa como un “nosotras y nosotros”, un pueblo, “conformado por diversas naciones”. Surgen aquí dos grandes formas de reconocimiento mutuo que inspiran todo el texto: la igualdad de género, por un lado, y la plurinacionalidad e interculturalidad, por el otro. Se promueve “una sociedad donde mujeres, hombres, diversidades y disidencias sexuales y de género participan en condiciones de igualdad sustantiva”, consagrando la composición paritaria de los órganos públicos (art. 6). Asimismo, la propuesta busca enmendar el camino de la exclusión, girando hacia el reconocimiento mutuo de derechos, saberes, prácticas y cosmovisiones que conviven en un mismo territorio, único e indivisible (arts. 1, 3, 5 y 11).
Por otro lado, se reconoce la especial condición de niñas, niños y adolescentes (art. 26) y de las personas mayores (art. 33). Cabe detenernos a reflexionar cómo nuestra sociedad ha concentrado la participación en la vida pública en los adultos, dejando de lado a las niñeces, juventudes y las personas mayores. La propuesta constitucional reconoce el aporte de estos sectores en la construcción social, dotándolos de una protección reforzada de sus derechos, ante los abusos que han sufrido. Por último, la propuesta visibiliza a las personas con discapacidad (art. 28) y a las personas neurodivergentes (art. 29), mandatando al Estado a asegurar los mecanismos legales e institucionales para el pleno ejercicio de sus derechos.
A escasos días del plebiscito constitucional, vale la pena vernos, ver a nuestra familia, a nuestros vecinos y colegas, reconociendo nuestras semejanzas y diferencias y preguntarnos ¿cómo nos ve la Constitución?