Opinión

Consecuencias de un cometa destrozado

La noche de este próximo 30 al 31 de mayo podrá observarse una lluvia de meteoros atípica conocida como las Tau Hercúlidas.

Por: Diario Concepción 26 de Mayo 2022
Fotografía: Cedida

Leidy Peña Contreras
Lcda. en Física. Estudiante del Magíster en Astronomía Universidad de Concepción.

 

Debido a la cotidianidad de la vida, yendo de un lugar a otro todos los días, a veces nos olvidamos de las maravillas que la naturaleza nos puede ofrecer, como caminar en un bosque, pasar la tarde en la playa o disfrutar de una lluvia. Es imperativo recordar que nos rodean tantas cosas extraordinarias, y si no hay “tiempo” para trasladarse a un lugar, siempre contamos con mirar al cielo así sea unos minutos.

Regocijarse una noche a simple vista con un espectáculo de lluvia de estrellas, no tiene precio. En el trascurso del año encontramos calendarizado este evento celeste, uno en el que podemos apreciar las ráfagas de luces producidas por la evaporización de partículas o meteoros que penetran la atmósfera de nuestro planeta, no de estrellas, y se asocian al paso de un cometa, es decir, son los restos de cometas que cruzan la órbita terrestre, y en muy pocos casos de algún asteroide.

Estas partículas parecen provenir de una misma zona o punto en el cielo, denominado radiante, el cual puede estar cerca de una constelación o estrella, por lo que la lluvia tendrá el nombre de estas, como por ejemplo las Leónidas que parecen salir de la constelación de Leo. El número de meteoros vistos por hora puede variar, algunas siendo escasas como otras abundantes, y el tamaño de estos meteoros por lo general son muy pequeños desintegrándose en la atmósfera; aunque en algunos casos muy excepcionales se pueden presentar lluvias inesperadas intensas, y hasta puede darse la oportunidad que un meteoro toque el suelo, eventos de este estilo pueden producirse por el estallido de un cometa.

La noche de este próximo 30 al 31 de mayo podrá observarse una lluvia de meteoros atípica conocida como las Tau Hercúlidas, el culpable es un cometa que se está fragmentando desde hace mucho tiempo y tiene un nombre un tanto impronunciable: 73P/Schwassmann-Wachmann 3, mejor conocido como SW3, el cual se descubrió en 1930, y se ha observado en otros momentos, en los los 70’s, en 1995 y 2006, y a casi un siglo después de su descubrimiento nos dejará una lluvia a su paso debido a otras fracturas producidas en su núcleo.

Algo interesante para este día, será la oportunidad de tener Luna Nueva, lo que hará posible una noche de observación deseable, con un cielo oscuro que permitirá apreciar este fenómeno con mayor alcance. Así que entre los consejos para poder apreciar esta próxima lluvia se tiene: estar bien abrigado, para que el frio no nos distraiga de la emoción y llevar una silla preferiblemente reclinable, para no cansarnos y observar en la dirección adecuada sin perdernos ni un segundo del espectáculo. Además de no olvidarnos que, si tenemos tiempo para pasarla bien sin necesitar de mucho, sólo del ánimo.

Etiquetas