Opinión

Día Mundial de la Biodiversidad ¿qué debemos proteger?

Dotar de más espacios verdes a nuestras áreas urbanas nos ayudará a combatir la contaminación atmosférica, pero además implica una notable contribución a mejorar la salud mental de la población, tan deteriorada después de los dos años de enclaustramiento que vivimos debido a la pandemia.

Por: Diario Concepción 23 de Mayo 2022
Fotografía: Cedida

Dr. Ricardo Barra Ríos
Director Centro Eula
Investigador Instituto Milenio Secos y Centro CRHIAM
Universidad de Concepción

El 22 de mayo de cada año se conmemora el Día Mundial de la Protección de la Biodiversidad, y en esta edición el lema es “Construir un futuro compartido para todas las formas de vida”. La frase se refiere a todos los seres vivos, pero también y particularmente a los que no vemos y cuya conservación es la base para avanzar hacia las ambiciosas metas de sostenibilidad.
En los ecosistemas todos dependemos de todos, y que una especie desaparezca o se extinga es un problema incluso para la nuestra, pues no sabemos el grado de interdependencia que tenemos con la diversidad del mundo animal y vegetal.

De esta variedad de especies obtenemos una importante cantidad de recursos, que nos ayudan a tener una mayor seguridad alimentaria, agua y también salud, pues muchos de los remedios que tomamos provienen desde fuentes animales y vegetales.
Por todo ello, la protección de la biodiversidad debiese estar hoy en el mismo lugar de preocupación que el combate a la crisis climática y la contaminación. Por este motivo la Región del Biobío está promoviendo un plan denominado Estrategia Regional de Protección de la Biodiversidad, que será discutida durante junio con ejes como un modelo territorial compatible con la conservación, gestión sustentable de la biodiversidad, generación de conocimiento y educación ambiental, además de una gobernanza regional para la conservación de este patrimonio natural.

Tener una hoja de ruta que permita restaurar ecosistemas dañados, recuperar áreas degradadas por la basura y educar a toda la población, son actividades prioritarias de esta estrategia. De esta manera, dotar de más espacios verdes a nuestras áreas urbanas nos ayudará a combatir la contaminación atmosférica, pero además implica una notable contribución a mejorar la salud mental de la población, tan deteriorada después de los dos años de enclaustramiento que vivimos debido a la pandemia.
La biodiversidad, por lo tanto, se relaciona con todos los aspectos de nuestra vida, incluida nuestra salud. Por ello, el ocuparnos de su conservación es también uno de los principales pilares de la sostenibilidad.

La pérdida de biodiversidad es también un circulo vicioso para la crisis climática, pues ambos procesos se refuerzan. Por esta razón resulta clave que la Estrategia Regional de Protección de la Biodiversidad pueda también apoyar la creación de las capacidades en las comunidades, organizaciones no gubernamentales, juntas de vecinos o municipios, para ayudarlos a entender mejor la gravedad del problema y así actuar en forma más efectiva.

Se trata de acciones simples como el consumo responsable, la limpieza y recuperación de espacios verdes degradados, además del manejo racional de nuestros residuos. Todas ellas medidas que requieren el apoyo de todos, desde los productores hasta nosotros los consumidores.

Se trata de una tarea es enorme, pero que sin duda vale la pena el esfuerzo, ya que los beneficios que todos obtenemos de un ecosistema saludable son innegables, aunque no siempre estén a la vista.

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