Opinión

Mercedes Villalón Oñate

Por: Diario Concepción 22 de Mayo 2022
Fotografía: Cedida

Alejandro Mihovilovich Gratz
Profesor de Historia y Geografía
Investigador Histórico

Mercedes Villalón Oñate nace en Talcahuano el 24 de abril de 1903. Fueron sus padres Luis Villalón Lazcano y Filomena Oñate Rey. Realizó sus estudios primarios y secundarios en el Colegio de la Inmaculada Concepción de Talcahuano. Desde su juventud estudió francés, idioma que manejaba a la perfección. Invitada por el entonces rector de la Universidad de Concepción, Enrique Molina Garmendia, amigo de su familia, se integró junto a un selecto grupo de funcionarias, al área administrativa de la Biblioteca Central de la Universidad de Concepción, que por aquellos años se encontraba ubicada en calle Barros Arana, al lado del antiguo y desaparecido Teatro Concepción.

Su conocimiento del idioma francés le permite no sólo desempeñarse en la atención de lectores, sino, además, en la catalogación de nuevos libros, colecciones y en la recuperación de joyas literarias, que por tiempo estuvieron depositadas en las bodegas de la Biblioteca Central. Mercedes Villalón recibía normalmente los libros que Enrique Molina adquiría y le mandaba desde el extranjero para su catalogación, ella con una letra maravillosa elaboraba una ficha de resumen del texto.

Muchas veces en mi época de estudiante, me tocó ser atendido por Mercedita, quien con un cariño enorme sacaba de un cajón la ficha del libro que solicitábamos, y allí estaba el trabajo impecablemente elaborado. Es de esperar que dicho cajón de fichas aún se conserve como homenaje a tan distinguida funcionaria. En una nota, que Enrique Molina le envía a Mercedita, con motivo de la navidad de 1960, manifiesta “A mi apreciada amiga Mercedes Villalón de Croxatto, alma de artista y corazón generoso, feliz Pascua y Año Nuevo”, en esta frase no puede expresar mejor don Enrique Molina, la condición de mujer que era Mercedita.

Pero su vida no sólo fueron los libros, estuvo casada con Francisco Croxatto C., residiendo por algunos años en Temuco. Enviudó a los pocos años y, no teniendo familia, regresó a Concepción. Se jubiló en la Universidad de Concepción en la década de 1960, pero siguió participando de la biblioteca por varios años más. Sus últimos años los vivió en el hogar de las Siervas de Jesús, falleciendo en 1993. Sus restos reposan en el Cementerio de Hualqui junto a su familia.

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