Opinión

Resguardo de los recursos marítimos

La Armada de Chile en su conjunto y, en particular, la Segunda Zona Naval mantienen una eficiente y eficaz presencia en el océano, utilizando el binomio buque-aeronave en áreas que no son solo una vía de comunicación, sino un verdadero espacio de desarrollo para el país.

Por: Diario Concepción 19 de Mayo 2022
Fotografía: Cedida

Jorge Parga Balaresque
Comandante en Jefe de la Segunda Zona Naval.

La desembocadura de la laguna Boyeruca, en la región del Maule y la desembocadura del Río Bueno, en la región de Los Ríos, delimitan el área geográfica de responsabilidad de la Segunda Zona Naval. Estos límites consideran más de 1 millón 714 mil 952 kilómetros cuadrados de océano, en los que se desarrollan múltiples actividades marítimas, que demandan la presencia permanente de los recursos humanos y materiales desplegados en la jurisdicción, para controlar y fiscalizar que cada una de éstas se desarrollen en el marco legal vigente y con la seguridad correspondiente.

Para cumplir con esta misión, la Comandancia en Jefe de la Segunda Zona Naval anualmente cumple un programa de Operaciones de Fiscalización Pesquera Oceánica y Operaciones de Vigilancia Oceánica, con el objetivo de fomentar la conservación de los recursos pesqueros y combatir la pesca ilegal no regulada y no reglamentada.

En la planificación de este proceso intervienen varios estamentos de la Armada de Chile, entre ellos, el Comando de Operaciones Navales y la Zona Naval, que con la asesoría de la Dirección de Seguridad y Operaciones Marítimas y la Dirección de Intereses Marítimos y Medio Ambiente Acuático, dependientes de la Dirección General del Territorio Marítimo y de Marina Mercante (DIRECTEMAR), determinan el área a explorar.

Durante los despliegues se ejecutan operaciones de monitoreo, control y vigilancia oceánica en resguardo de la biodiversidad y de los recursos marinos vivos, contextualizado en el marco del cumplimiento de los compromisos internacionales contraídos por el Estado de Chile, como son el Acuerdo de Nueva York y el convenio con la Organización Regional de Pesca del Pacifico Sur (ORP-PS), entre otros.

En la Segunda Zona Naval estas tareas son ejecutadas principalmente por el buque OPV “Piloto Pardo”, primer Patrullero de Zona Marítima construido en el astillero de ASMAR Talcahuano. En sus 14 años de servicio, la Unidad Naval con apoyo de aviones y helicópteros ha recorrido desde la costa hasta áreas que están más allá de las 200 millas de la Zona Económica Exclusiva (ZEE), en aguas internacionales, con la misión de resguardar la soberanía, el desarrollo de nuestra nación en los espacios marítimos y los recursos marinos, con especial énfasis en la sostenibilidad de los recursos transzonales y altamente migratorios, que son amenazados por la sobreexplotación y la pesca ilegal realizadas por flotas de aguas distantes.

Consecuente con ello, la Armada de Chile en su conjunto y, en particular, la Segunda Zona Naval mantienen una eficiente y eficaz presencia en el océano, utilizando el binomio buque-aeronave en áreas que no son solo una vía de comunicación, sino un verdadero espacio de desarrollo para el país.

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