Las relaciones euro latinoamericanas son antiguas y tienen vínculos fuertes, por lo que en principio nuestro cuestionamiento nos haría pensar, sobre todo, si estas relaciones más que tiempo necesitan ser visibilizadas en las dos regiones.
Michel Levi Coral
Universidad Andina Simón Bolívar Sede Ecuador
Proyecto Jean Monnet EUinLAC.
Colaborador Programa de Estudios Europeos
Pocos días antes de la invasión rusa a Ucrania, el representante de la política exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, decía en el Parlamento Europeo que “es evidente que debemos dedicar más tiempo a América Latina”, que mereció una réplica de miembros parlamentarios referente al “abandono sistemático” de la presencia política europea en la región.
Estas declaraciones contrastan con el ímpetu que tuvo el inicio formal de las relaciones birregionales, a partir de la cumbre de Río en 1999, que definió una serie de planes ambiciosos para establecer vínculos fuertes. Contrastan igualmente con el interés durante el primer decenio de este siglo, manifestado en varias cumbres y, luego, con el aparente desinterés durante estos últimos diez años, sin cumbres.
En la última década aparecieron nuevos actores internacionales en América Latina que establecieron un importante vínculo político. No puede desconocerse el rol de China en este contexto, frente al aparente declive de los Estados Unidos y la Unión Europea. Otro actor que emerge con relativa fuerza es Rusia, con un posicionamiento político aparente en países poco amigables con occidente.
En efecto, la misma Rusia que invadió a Ucrania, dedicó más tiempo a algunos países de América Latina en los que podría tener presencia política. Justamente lo que los europeos decían que su bloque había dejado de lado en nuestra región. A pesar del cambio de posiciones operado en la región, en el momento actual consideramos que los socios europeos no han perdido presencia, más visible en las relaciones comerciales que en las políticas, sin embargo, en ambas regiones la posición contra la guerra ha sido casi unánime.
La guerra en Europa cuestiona en el momento actual cómo los socios europeos dedicarán más tiempo a América Latina y sus implicaciones. Las relaciones euro latinoamericanas son antiguas y tienen vínculos fuertes, por lo que en principio nuestro cuestionamiento nos haría pensar, sobre todo, si estas relaciones más que tiempo necesitan ser visibilizadas en las dos regiones.
En un momento en que los europeos pasan circunstancias complejas y peligrosas, probablemente América Latina debe dedicar más tiempo a sus relaciones con Europa, para tener una presencia política más fuerte y visibilizar una relación que en tiempos de paz o de guerra, deben ser birregionales, de doble vía.