Opinión

Rosamel del Solar Lermanda

Por: Diario Concepción 12 de Septiembre 2021
Fotografía: Cedida

Alejandro Mihovilovich Gratz
Profesor de Historia y Geografía
Investigador del Archivo Histórico de Concepción

Rosamel del Solar Lermanda, nació en Concepción en 1854, hijo de Pedro del Solar Osorio y Telésfora Lermanda. Contrajo matrimonio con Rosalba López Williams, con quien tuvo 6 hijos: Pedro, Rosamel, Florencio, Lavinia, Teresa y Morelia.

Estudió en el Liceo de Hombres de Concepción, posteriormente ingresó a estudiar a la facultad de ingeniería de la Universidad de Chile, sin finalizar sus estudios. En 1875 inició su vida política ingresando al Partido Radical, llegando a ser su presidente durante varios años y ocupando varios cargos de importancia dentro del partido. En 1903, sus partidarios lo llevaron al Congreso Nacional representando en la Cámara de Diputados al departamento de Coelemu. Además, fue un destacado masón perteneciente a la Logia Paz y Concordia N°13,

Fue miembro de la Junta de Beneficencia, director de la 3º Compañía de Bomberos y miembro del Club Concepción. El señor del Solar se destacó en importantes aspectos de la vida social, política y económica de la época.

Hacia 1909, un 2 de mayo, en sesión presidida por el intendente don Gregorio Burgos se constituye la Municipalidad de Concepción, eligiendo a Rosamel del Solar como primer alcalde, y como segundo alcalde a Guillermo Cruzat, quebrando la hegemonía demócrata que dirigió la comuna por tres periodos, asumiendo en esta oportunidad el gobierno radical. Al término de su periodo es reelecto para un nuevo periodo a partir del 5 de mayo de 1912.

Según el historiador Oliver Schneider “La pobreza de la Corporación llegaba a tal extremo en ese entonces que, en una de las primeras reuniones, el Regidor Zulaica propuso que cada Regidor se comprase su sillón, por no disponerse de éstos muebles en la Sala de Sesiones”. A mayor abundamiento, cabe recordar que los cargos de Alcalde y Regidores de la época, eran Ad Honorem (no recibían sueldo).

Es uno de los ciudadanos que Concepción recuerda con cariño, por sus muchos desvelos y preocupación puestos al servicio de la ciudad.

 

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