Según la directora ejecutiva de la Unicef, 10 millones de niños y niñas en Afganistán necesitan ayuda humanitaria para poder sobrevivir. 4,3 millones están sin escolarizar y, entre ellos, 2,2 son niñas.
Macarena Seguel
Alumna de Derecho y ayudante del Programa de Estudios Europeos de la UdeC.
En el mundo los ataques a las niñas, niños y adolescentes no cesan. Hoy vemos cómo se cometen diariamente la vulneración a los derechos fundamentales de niñas, niños y mujeres en Afganistán.
Los niños siguen perdiendo, se les continúa privando de su derecho básico a la educación y lamentablemente no se les protege.
El 9 de septiembre, gracias a una resolución de la ONU, se conmemora el día internacional para preservar el derecho a la educación. Sin duda los niños, niñas y adolescentes son la base del futuro, pero ¿son protegidos como se merecen? ¿les están brindando o asegurando sus derechos básicos? Lamentablemente en el mundo los ataques a las escuelas continúan y así, más menores siguen sin poder educarse.
Según la directora ejecutiva de la UNICEF, 10 millones de niños y niñas en todo Afganistán necesitan ayuda humanitaria para poder sobrevivir. 4,3 millones de niños están sin escolarizar y entre ellos, 2,2 son niñas. Claramente es una cifra alarmante, y es que la lucha para el acceso pacífico a la educación no cesa. El 9 de septiembre del año 2012 Malala Yousafzi recibió tres impactos de bala por parte de un grupo talibán que intercepta el bus escolar. Dicha joven era una activista que manifestaba el derecho que tenía cada niño, niña y mujer para luchar por sus derechos. Es por esta lucha que casi pierde su vida.
“Ese día murió la debilidad, el miedo y la desesperanza, y la fuerza, el poder y el coraje nacieron”. Así es como ella describe el día en que su vida cambió. Malala, al igual que muchas mujeres, maestras, niñas, niños y adolescentes siguen luchando por sus derechos fundamentales; siguen luchando por la libertad e igualdad.
A nivel mundial vemos este patrón de privación al conocimiento e incremento intelectual. En India, encontramos una gran explotación infantil, en donde los niños son forzados a trabajar, dejando de lado sus derechos. En otros países vemos que las mujeres son forzadas a realizar trabajos domésticos y casarse a temprana edad.
Tal como dice el secretario general de la ONU, “hay que asegurar que los niños tengan un entorno seguro en el que adquirir conocimientos y competencias que necesitarán para el futuro”. Los niños y niñas de hoy serán los que sembrarán los pilares del mañana. Y así como dijo Malala “un niño, un maestro, un libro y un lápiz pueden cambiar el mundo. La educación va primero”.