Opinión

El trasgénico que cambiará el paradigma

En Chile, los mismos prejuicios han impedido que exista la voluntad política para facilitar el desarrollo de soluciones a problemas locales en base a biotecnología y transgenia.

Por: Diario Concepción 02 de Agosto 2021
Fotografía: Cedida.

Miguel Ángel Sánchez
PhD, director ejecutivo de ChileBio

Filipinas se convirtió hace unos días en el primer país del mundo en aprobar la producción comercial del “arroz dorado”. Este arroz transgénico fue desarrollado para producir betacaroteno, la misma molécula que le da el color anaranjado a las zanahorias, y la cual es el precursor de la vitamina A. El objetivo es combatir la ceguera infantil y salvar vidas en el mundo en desarrollo.

El problema de la deficiencia de vitamina A afecta a uno de cada tres niños menores de cinco años y provoca 670 mil muertes anuales. La OMS estima que un tercio de la población preescolar mundial tiene deficiencia de esta vitamina; especialmente en las regiones de África y el sudeste asiático, donde se cree que entre el 44% y 50% tienen esta afección.

El arroz dorado tuvo que enfrentar una fuerte resistencia por parte de ciertos grupos de interés que se oponen a los transgénicos. Y es que este cultivo rompe con todo el relato que han promovido algunas ONG respecto a los Organismos Genéticamente Modificados. Estas promueven el rechazo a los transgénicos en base al supuesto de que son desarrollados sólo por grandes transnacionales y señalan que sólo traen beneficios para grandes agricultores.

Además indican que los cultivos transgénicos en general están asociados a un paquete tecnológico relacionado al uso de herbicidas que tienen consecuencias en el ambiente. También indican que los transgénicos pueden ser dañinos para la salud.

En Chile, los mismos prejuicios han impedido que exista la voluntad política para facilitar el desarrollo de soluciones a problemas locales en base a biotecnología y transgenia. Por ello, permanecen vacíos regulatorios que impiden que los agricultores cultiven variedades transgénicas para el mercado local. Esto va en contra de fortalecer la seguridad alimentaria en nuestro país.

Un ejemplo es el maíz transgénico tolerante a la sequía desarrollado por un equipo de la Universidad de Talca hace ya varios años. Este podría ya estar contribuyendo a resolver los problemas de numerosos pequeños productores y campesinos chilenos. No obstante su efectividad probada, no queda más que desaprovecharlo por el momento.

El cambio de paradigma que supone la aprobación comercial del arroz dorado, que solo trae consecuencias positivas y con un fuerte impacto social, esperamos sirva para abrirle la mente a muchos en Chile, y dar paso a los beneficios de la ciencia y la tecnología, contribuyendo así a una agricultura y sistema alimentario más justo y sostenible.

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