Opinión

Cédula real que otorga nuestro Escudo de Armas

Con motivo de una petición hecha al rey Carlos V, sobre la obtención de un Escudo de Armas para Concepción, el rey redacta la siguiente cédula, que otorga escudo a nuestra ciudad:

Por: Diario Concepción 18 de Julio 2021
Fotografía: Diario Concepción

Alejandro Mihovilovich Gratz
Profesor de Historia y Geografía
Investigador del Archivo Histórico de Concepción

Con motivo de una petición hecha al rey Carlos V, sobre la obtención de un Escudo de Armas para Concepción, el rey redacta la siguiente cédula, que otorga escudo a nuestra ciudad:

“…y que los pobladores de ella son gente honrada y leales vasallos nuestros, y nos suplicó en el dicho nombre que acatando a lo susodicho, mandáramos señalarle armas a la dicha ciudad, según y cómo las tenían las otras ciudades y villas de nuestras Indias, y como la mayor merced fuese. Y Nos, acatando lo susodicho, tuvímoslo por bien, y por la presente hacemos merced y queremos y mandamos que de ahora y de aquí en adelante, la dicha ciudad de la Concibición, haya o tenga por armas conocidas un escudo: que haya en él un Águila negra en campo de oro, y por arriba un sol de oro encima de la cabeza de dicha Águila, y por los pies una luna de plata, y a los lados cuatro estrellas de oro, y dos ramos de azucenas de flores en campo azul, según que está señalado y figurado en un escudo total como éste: las cuales dichas armas damos a dicha ciudad por sus armas y divisa señaladas, para que puedan traer y poner, y haga y ponga sus pendones, sellos y escudos, banderas y estandartes, y en las otras partes y lugares que quisieren y por bien tuvieren, según y cómo de la forma y manera que las ponen y traen las otras ciudades de nuestros Reinos, a quienes tenemos dadas armas y divisas. Y por esta nuestra carta, mandamos al Serenísimo Príncipe don Felipe, nuestro muy caro y muy amado hijo y nieto, y mandamos a los infantes muy caros, hijos y hermanos, y a los prelados, Duques, Marqueses, Condes, Ricos Hombres, Maestros de las Ordenes, Priores, Comendadores, y sus Comendadores Alcaides de los Castillos, y casas fuertes y llanas, y a los de nuestro Consejo, Presidente y Oidores de las nuestras audiencias, Alcaldes, Alguaciles, Merinos, Prevostes, veinticuatro Regidores, Jurados, Caballeros, Escuderos, y cualesquiera hombres buenos de todas las ciudades, villas y lugares de los dichos nuestros Reinos y señores de las dichas nuestras Indias, Islas y tierra firme del mar Océano, así a los que ahora son como a los que serán de aquí adelante, a cada uno y cualquiera de ellos, en sus lugares y jurisdicciones, y que sobre ellos fueren requeridos, que guarden y cumplan y hagan guardar y cumplir la dicha merced que así hacemos a la dicha ciudad de las dichas armas:

que las hayan y tengan por sus armas conocidas y señaladas, y como tales poner y traer, y que en ello ni en parte de ello embargo ni contrario no pongan ni consientan poner en tiempo alguno, ni por alguna manera, so pena de la nuestra merced, y en mil maravedises para nuestra cámara a cada uno que lo contrario hiciera. Dada en nuestra villa de Madrid, a cinco días del mes de Abril, año del nacimiento de nuestro salvador Jesucristo, de mil quinientos cincuenta y dos años. “YO EL REY”.- Yo Juan Sámano, Secretario de su Cesáreo y Católicas Majestades, la hice escribir por mandato de su Alteza.”

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