Es urgente hacer un llamado para que se tome conciencia del aumento exponencial de pacientes que están quedando con secuelas respiratorias.
Dr. Matías Florenzano, Dr. Álvaro Undurraga, Dr. Hugo Valenzuela, Dr. Cristian Ibarra
Médicos especialistas broncopulmonares del Instituto Nacional del Tórax y Fundación Aire.
Fibrosis es el término médico que designa la acumulación de tejido parecido a una cicatriz. Cuando una persona presenta fibrosis pulmonar, el tejido pulmonar se cicatriza, engrosa y se vuelve rígido. La fibrosis pulmonar idiopática o sin causa (FPI) es progresiva, lo que significa que la dificultad para respirar empeora con el paso del tiempo, pudiendo causar la muerte.
La FPI es una enfermedad muy invalidante, de mal pronóstico, con un promedio de vida de 3 a 5 años desde que se realiza el diagnóstico. Muchas veces éste se demora porque son enfermedades poco conocidas y existen pocos especialistas en Chile. Por ello, cuando el paciente logra un diagnóstico correcto, generalmente es tardío. Luego, durante un largo periodo de vida, las personas tienen muchos requerimientos de ayuda como el oxígeno, medicación y cuidados paliativos de altísimo costo. Sin embargo, estos no están bajo el amparo de ninguna ley social de cobertura sanitaria. Los pacientes y sus familias tienen que costear las terapias por sus propios medios.
A esta grave situación que ya afecta a los pacientes con FPI, se suma ahora la preocupación que generan los numerosos casos graves por infección pulmonar por SARS-CoV-2, con necesidades de hospitalización, intubación, ventilación mecánica por tiempo prolongado. Estos pacientes muchas veces quedan con secuelas pulmonares, físicas, musculares prolongadas en el tiempo, teniendo las mismas exigencias de tratamiento que los pacientes con fibrosis pulmonar: oxígeno domiciliario y ambulatorio, rehabilitación pulmonar y muscular, para lograr ser nuevamente autovalentes y reincorporarse a su vida habitual.
Por estos motivos, es urgente hacer un llamado para que se tome conciencia del aumento exponencial de pacientes que están quedando con secuelas respiratorias. Sumados a los pacientes ya existentes con fibrosis pulmonar idiopática y otras enfermedades complejas del pulmón, la situación es grave, lo que requiere tomar medidas y acciones para suplir las carencias de cobertura para los costosos tratamientos de los pacientes.