Opinión

Los Díaz en Penco

Por: Diario Concepción 04 de Julio 2021
Fotografía: Diario Concepción

Dado el interés que ha despertado la llegada del futbolista inglés de origen, en parte, penquista a nuestra selección nacional, transcribimos aquí una sucinta referencia de la familia emprendedora llegada a Penco entre el fin del siglo XIX y XX y que fundaron la industria Fanaloza, historia que rescatamos del Libro de Oro de Concepción.

“Hecho un recuento histórico del proceso de esta industria, en justicia hay que reconocer que el cerebro director que dio forma a todo su plan de realizaciones fue don Gregorio Díaz Boneu, secundado por sus hermanos, quien se hizo cargo de la Sociedad Anónima. Como hombre de negocios, joven y dinámico, imprime desde entonces a la empresa un ritmo de progreso hasta colocarla en el pie que se encuentra hoy.

La dirección técnica está en manos de don Jenaro Díaz Boneu, con estudios en España, y quien tuvo a su cargo los ensayos de laboratorio hasta obtener el perfeccionamiento de esta industria, cuyos productos hoy pueden compararse con los mejores de procedencia extranjera. Don Facundo Díaz Boneu, que estudió ingeniería y cerámica en Inglaterra, ha tenido a su cargo la planificación y estructura de las tres fábricas: cerámica, sanitario y azulejo. En varias ocasiones ha efectuado viajes por Europa (Inglaterra, Alemania) y los Estados Unidos de Norte América, para lograr captar los procedimientos más modernos, tanto en nuevas maquinarias como en el procedimiento para la preparación de las pastas con que se fabrica la loza.

Don Raúl Díaz Boneu dirige la fabricación misma de vajillas, la que ha llegado a producirse en un volumen de 35 a 40 mil piezas diarias; y don Luis Díaz Boneu, desaparecido prematuramente, tenía a su cargo la cocción de la loza, siendo un hombre de gran empuje, dedicado exclusivamente al trabajo.

Como se ve, ha sido el esfuerzo unido de los hermanos Díaz Boneu, los forjadores, lo que ha hecho posible el desarrollo y el progreso de esta industria. Pero, como en todo hecho importante, debemos reconocer que don Juan Díaz Hernández fue quien, antes de dar comienzo a los trabajos de esta fábrica, mandó a estudiar técnicamente todo el proceso de esta industria. No es, por consiguiente, la obra de un improvisado, sino la de un hombre de gran visión.
Desde su fundación, esta Sociedad se destacó por su interés en favor de la cultura y mejoramiento social de sus obreros. Organizó, al efecto, el Departamento de Bienestar Social en 1933. Creó un Hogar Social para Empleados y Obreros con Bibliotecas, habitaciones para solteros, teatro, que destruyó el terremoto de 1939; gimnasio, Servicio Médico-Dental, etc. Está fue la primera empresa industrial de la zona que organizó estos servicios sociales con la amplitud conocida.

Entre los servicios que proporciona el Departamento de Bienestar destacamos los siguientes: premios de estímulo por asistencia al trabajo, lo que se traduce en mayor cantidad de días feriados, y premios en artículos que produce la fábrica; cancelación del 50 por ciento, por parte de la empresa, del valor de los cursos de perfeccionamiento para los obreros o empleados que deben hacer estudios en Concepción, etc.”

(Reproducción de la página 508 del Libro de Oro de Concepción).

Alejandro Mihovilovich Gratz
Profesor de Historia y Geografía
Investigador del Archivo Histórico de Concepción.

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