Ahora cada vez que observemos una estrella y sintamos una conexión cósmica, es porque polvo de estrellas somos y en polvo de estrellas nos convertiremos.
Leidy Peña
Lcda. en Física, estudiante del Magíster en Astronomía Universidad de Concepción.
Diría en una entrevista en 1929 el astrónomo Harlow Shapley: “Los seres orgánicos que nos llamamos humanos estamos hechos de la misma materia que las estrellas”, o el presentador de Cosmos, Carl Sagan: “Somos polvo de estrellas”. ¿A qué se referían estos y muchos otros astrónomos? Según la mejor tesis de la historia, publicada en 1925 por Cecilia Payne-Gaposchkin, una inglesa que realizó una de las mayores contribuciones a la astronomía y a las ciencias, en su tesis doctoral del estudio de las atmósferas estelares, Cecilia determinó las concentraciones químicas dentro de las estrellas demostrando de forma pionera que el hidrógeno es el compuesto principal de todo el universo.
Las estrellas nacen de grandes nebulosas, nubes frías formadas por gas y polvo que se encuentran en el espacio y en algún momento colapsan bajo la fuerza de gravedad para formar protoestrellas que a lo largo de muchísimos años se convierten en las estrellas luminosas que conocemos, como por ejemplo nuestro Sol, y dependiendo de la masa que tengan, tendrán una vida corta o una larga de miles de millones de años.
Todas ellas pasan por diferentes etapas, que si lo comparamos con nuestro tiempo de vida no podemos hacerle una continuidad hasta su muerte. Pero sabemos, que algunas lo hacen con una enorme explosión, a la que llamamos Supernova, que es un evento muy violento donde la estrella expulsa todo su material y otras lo hacen botando poco a poco su material por medio de capas. Pero cualquiera que sea la manera, el resultado es una nebulosa de polvo que queda en el espacio. Es decir, volvemos al principio, una nube de polvo.
En las estrellas se procesan los elementos químicos que conocemos de la tabla periódica, y cuando arrojan todo su material también está arrojando estos elementos procesados en ellas, y si en esta misma región donde queda este material en forma de nebulosa se forma de nuevo otra estrella con algunos planetas a su alrededor, tendremos entonces un sistema planetario rico en elementos. Nuestro Sistema Solar lo es, y en especial el planeta Tierra, así que Shapley no estaba mal al decir años atrás que los seres orgánicos están hechos de estrellas, del polvo de estrellas.
Entonces, hablar de polvo estelar es hablar de un ciclo de vida y muerte que incluye todos los componentes que vemos en el universo, incluidos. Hasta el Génesis bíblico 3:19 nos dice “polvo eres y al polvo volverás”, posiblemente muchas civilizaciones han estado conscientes de algún modo de este ciclo de vida y su relación con el entorno.
Ahora cada vez que observemos una estrella y sintamos una conexión cósmica, es porque polvo de estrellas somos y en polvo de estrellas nos convertiremos.