Opinión

Nuevas autoridades, nuevas oportunidades

Vemos estos nuevos procesos con la esperanza de tener más atribuciones e inversión regional, con que la región sea la que siempre gane, con que juntos consigamos más y mejores proyectos, y para pensar y planificar la región que queremos. Nuevamente el presente es desafiante y el futuro… aún más.

Por: Diario Concepción 15 de Junio 2021
Fotografía: Archivo

Patricio Lara Chandía
Presidente Consejo Regional Del Biobío

Varios han sido los hitos en los que el Gore Biobío ha sido testigo, así como primero la instalación de los Gobiernos Regionales y de los Consejos Regionales (Core) en 1993, luego la elección por votación directa de Consejeros y Consejeras Regionales, posteriormente la separación con la región de Ñuble, para ahora elegir Gobernador o Gobernadora.

¿Gana la región con todo esto? A mi juicio sí. Estos procesos nos han permito avanzar hacia nuevos estadios de desarrollo tal vez no con la rapidez y resultados que siempre quisiéramos, pero lo importante es orientarlos para conseguir más descentralización y regionalización, lo que de manera concreta significa trabajar por mejorar la calidad de vida en distintas áreas como la social, cultural, deportiva y en obras, todo construido y definido desde nuestro propio territorio.

En este proceso histórico nuevamente el Core juega un papel crucial, donde sus facultades normativas, resolutivas y sobre todo fiscalizadoras serán un aporte y garante para el trabajo adecuado en la administración pública. La regionalización está en juego y la descentralización nuestro mayor desafío, no sólo por la constante tarea por mayores atribuciones, sino además por descentralizar nuestra gestión al interior de la propia región, en cada una de las tres provincias.

La administración superior de la Región está radicada en su Gobierno Regional constituido por el Gobernador Regional y el Consejo Regional, tal como la propia ley lo señala, así la tarea es clara y desafiante. En esta misión debemos dar una contundente señal y comenzar a escribir una nueva historia reiterando que el símbolo de la regionalización es el edificio del Gobierno Regional, donde sólo debe funcionar el Gobernador (a) Regional, el Core Biobío y funcionarios; esta es nuestra sede, es la casa de la región, sin intervención ni permanencia de otros servicios públicos, como el delegado presidencial u otras seremias.

En este nuevo proceso se terminan dos figuras, una que es la del Intendente Regional (12 personas ejercieron el cargo desde 1990) y la otra es la del Presidente del Core donde 5 consejeros ejercieron el cargo.

Vemos estos nuevos procesos con la esperanza de tener más atribuciones e inversión regional, con que la región sea la que siempre gane, con que juntos consigamos más y mejores proyectos, y para pensar y planificar la región que queremos. Nuevamente el presente es desafiante y el futuro… aún más.

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