Opinión

Eco-pornografía, concepto que revela una innegable realidad

Por: Diario Concepción 01 de Junio 2021
Fotografía: Cedida

Durante los años 60’, el movimiento ambientalista tomó mucha fuerza y comenzó a cuestionar las prácticas de negocios que atentaban contra el medioambiente y las personas, erosionan- do la confianza entre ciudadanos y corporaciones.

La respuesta del establishment, de la mano de la industria de la publicidad de EE.UU., fue la creación de una contra narrativa corporativa inundada de imágenes y lenguaje asociado al cui-dado de la naturaleza. Nació la ecopornografía.

Imágenes y mensajes ‘ecológicos’ bombardeaban a ciudadanos hace más de medio siglo, influenciando la forma en que percibimos a las corporaciones y a nuestros legisladores, y delimitando las fronteras de nuestra capacidad cognitiva sobre la temática. En palabras de Jerry Mander, creador del concepto de Ecopornografía: “Esto ha destruido el concepto de ecología y, probable- mente, la comprensión de este mismo”.

Más de 50 años han pasado desde la creación de este concepto de Ecopornografía y hoy, tal como antes, la publicidad y propaganda corporativa está infestada de mensajes que conducen a la creación de impresiones falsas sobre marcas, empresas, legisladores y gobiernos, que nos manipulan de forma deliberada.

El arte del manejo de la percepción a gran escala, o la famosa propaganda, tiene dos grandes objetivos: dirigir tu atención hacia donde es deseado que atiendas, y no dirigir tu atención hacia donde no es deseado que atiendas.

La Ecopornografía busca precisamente eso, que nuestra atención esté enfocada en el color kraft, las etiquetas verdes, las palabras “biodegradables” o “ecológico”, en el símbolo del reciclaje y las imágenes de bosques, aguas corriendo, cielo celeste y sonrisas. Es aquí donde es deseado que enfoquemos nuestra atención.

Tal cual, como la pornografía, la Eco-pornografía distorsiona la percepción del acto que retrata. Lo ‘cosifica’ y lo reduce a elementos aislados, breves y sintéticos.

Para empresas, organizaciones, legisladores y ciudadanos que es- tamos en sintonía con nuestro planeta y sus especies, y usamos una realidad integrativa como mapa de acción, este abuso Eco-pornográfico es un tremendo obstáculo.

La Eco-pornografía ha erosiona- do la confianza de las personas provocando apatía y duda.

Sin quererlo, nos terminan por ‘meter en el mismo saco’ a aquellos que nos jugamos la vida para dejar un planeta mejor que como lo hemos recibido. ¿El camino a la solución? La in- formación, el diálogo y las demandas ciudadanas. Personas informadas y empoderados, demandando legislación sobre los mensajes publicitarios engañosos, imponiendo una ética ecológica y ciudadana, son algunas de las formas para cambiar esta distorsión.

ALBERTO CONTARDO SFEIR

Socio fundador Empaques Sustentables.

 

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