Opinión

Voluntad de poder

Teñido con la misma voluntad de poder -destruir-, se proyecta profanar la calle de mayor valor cívico-patrimonial de Concepción, la Diagonal Pedro Aguirre Cerda, declarada Zona de Conservación Histórica. Se trata de la construcción de 20 pisos en la esquina de San Martín con Orompello y la Diagonal.

Por: Diario Concepción 29 de Mayo 2021
Fotografía: Cedida

Rubén Muñoz Rodríguez
Dr. Arquitecto, profesor Escuela Arquitectura Universidad del Bío-Bío.

Si nos propusiésemos escribir una genealogía de la arquitectura local, con sus promiscuas influencias, sus espléndidos mestizajes, sus voluptuosas voluntades de poder construir un mundo, dispondríamos de pocas evidencias patrimoniales construidas para poder interpretar los discursos dominantes de cada época. Al respecto, cabría reflexionar sobre el momento previo a construir, sobre la posición frente a la que cada actor se sitúa, autoridades, promotores públicos y privados, arquitectos y habitantes.

Resulta recurrente escuchar casos más o menos felices de arquitectura contemporánea construida por amor a la madre, al padre, a la persona amada, a los hijos, a una amistad. En otros tiempos era más frecuente escuchar de casos dignamente construidos por amor a los más desdichados, a los desamparados, a los abandonados por la sociedad.

Si retrocedemos en el tiempo, los vestigios más antiguos que conservamos en Latinoamérica fueron construidos, con fascinación, temor y temblor, por amor a los “dioses”, monumentos sagrados como formas de mediación con un “poder absoluto” frente al “misterio” de la existencia. No hace mucho fue demolida “La Cañada”, un espacio donde el poder coqueteaba con la fe, un edificio enchapado en ladrillo y maderas nobles, que predicaba haber sido construido por amor al trabajo y que fue consagrado por amor al estudio, para posteriormente ser vendido y profanado, construyendo los 20 anodinos pisos de una “Smart-tower”. Esta operación, junto a muchas otras demoliciones recientes, atentan contra los principios más básicos de sostenibilidad, destruyendo, en lugar de reconvertir, edificios en perfecto estado, evidenciando la irracional desmesura del valor del suelo fruto del desarrollo inmobiliario de los últimos años, con una arquitectura construida por un gran amor, el dinero, que frecuentemente comparte sus deseos insatisfechos con una amante, la usura.

Teñido con la misma voluntad de poder -destruir-, se proyecta profanar la calle de mayor valor cívico-patrimonial de Concepción, la Diagonal Pedro Aguirre Cerda, declarada Zona de Conservación Histórica. Se trata de la construcción de 20 pisos en la esquina de San Martín con Orompello y la Diagonal.

Pareciera que no va quedando arquitectura inocente, pero no quisiera dejar sin nombrar la arquitectura que se siguen construyendo por amor al oficio, en palabras de Qohéleth, “no hay nada mejor para el hombre que gozar de sus obras, pues esa es su paga”, y para cuando no se permita desarrollar un oficio con dignidad, nos queda una poderosa voluntad de poder, la de responder junto a “Bartleby el escribiente” de Melville, “preferiría no hacerlo”, la voluntad de poder decir “no” como ciudadanos a esa “obscena glotonería de tanto tener”.

Etiquetas