Los bienes públicos independientemente de su propiedad están al servicio de la mejora de la calidad de vida.
Augusto Parra Ahumada
Presidente Fundación República en Marcha
El patrimonio cultural de una comunidad está compuesto por un conjunto de bienes materiales, inmateriales y simbólicos que expresan la cultura desde las raíces históricas, costumbres, valores y o creencias de la comunidad.
Podríamos decir que el patrimonio cultural, expresa el alma o el carácter de una comunidad desde la comunidad nacional, incluso internacional, territorial o pequeñas comunidades de valores o creencias compartidas.
El patrimonio cultural de una comunidad por lo mismo afirma el sentido de pertenencia resalta esos valores compartidos y tiende a afianzar la cohesión.
Podríamos afirmar que el patrimonio material que en algunos casos se expresa a través de bienes públicos en una comunidad nacional o territorial además adquiere el valor de igualarnos y dignificarnos y adquiere una dimensión práctica que impacta en la calidad de vida de las personas.
Los bienes públicos independientemente de su propiedad están al servicio de la mejora de la calidad de vida.
En este día del patrimonio, marcado por un Chile que evidencia un deterioro de la democracia, ciertas fracturas y algún grado de subjetivación de aquellas instituciones que hacen posible la vida colectiva, en que hemos asistido desde hace algún tiempo al atentado permanente por parte de algunos y a lo menos a la falta de aprecio de otros cómplices desde actitudes condescendientes a la destrucción material y simbólica de nuestro patrimonio cabe alzar la voz, para llamar a las comunidades a preservar, para las futuras generaciones como huella de nuestra historia y cuidar aquellos símbolos materiales e inmateriales de sociabilidad y aquellos que llevan la impronta de unidad tras valores y creencias comunes para afirmar un futuro común e inclusivo.
Así como a resguardar aquel patrimonio de comunidades más pequeñas que afirman su libertad en caminos de búsqueda compartida para hacer de nuestra patria el alma de un pueblo, pluralista, respetuoso, tolerante y tierra fértil para el reconocimiento de la verdadera dignidad aquella que en cada otro reconoce un legítimo otro ante el derecho, la democracia y su libertad.