Opinión

Tiempo de consensos y no de disputas

No parece haber disponibles guías o liderazgos capaces de interpretar los nuevos mapas y cartografías.

Por: Diario Concepción 23 de Abril 2021
Fotografía: Diario Concepción

Augusto Parra Ahumada
Presidente Fundación República en Marcha.

Los retos que impone está coyuntura histórica marcada por la complejidad de cambios disruptivos, acelerados por la pandemia y sus alcances en las formas de vida, nos sitúan en medio de un marasmo ininteligible marcado por la incertidumbre y vislumbramos caminos difusos.

No parece haber disponibles guías o liderazgos capaces de interpretar los nuevos mapas y cartografías. Absortos frente a lo desconocido habitando la incerteza parecemos no asimilar el agotamiento sin retorno de una era lineal para incorporarnos en una compleja.
La política lineal, binaria y de la afirmación de los propios ideales y confrontacional de ventajas menores se agotó.

Debemos responder desde los consensos a una reactivación económica que observé el paso de la industria lineal a una compleja que avance hacia una transición al desarrollo integral, inclusivo y sostenible de la I+D+i capaz de crear riqueza, una reactivación que ofrezca oportunidades e inclusión al mundo laboral que reconvierta mano de obra susceptible de remplazo a manos de las nuevas tecnologías y el shock de la presencialidad; transitar hacia una democracia bidireccional que sin renunciar a su naturaleza representativa para interpretar la voluntad de las mayorías sin descuidar el derecho de las minorías, pueda contar con una mayor transparencia de la acción pública y mecanismos de control social más activos; promover políticas digitales para asegurar conectividad, acceso, alfabetización y cultura digital para que la aceleración no constituya un factor de desigualdad arbitraria; políticas sociales con mirada de Estado y no sujeto de disputa, eficientes en la eliminación de la pobreza, el combate a los factores de vulnerabilidad de la pobreza multidimensional desde programas y políticas eficientes y dotados de los indicadores necesarios para medir y evaluar su efectividad y sistemas de renta universal de transferencias directa que eviten la intermediación ineficiente del Estado para quienes queden al margen de las nuevas formas de producir; la implementación de los ODS del pacto global y políticas de sostenibilidad que promuevan la justicia intergeneracional para no comprometer a las generaciones futuras; Una política fiscal que permita mantener las reglas de responsabilidad evitar tributos confiscatorios o arbitrarios que puedan resentir el crecimiento, la reactivación y la generación de empleo pero que hagan posible cubrir los nuevos retos al Estado, desde la eliminación de programas mal evaluados, eliminación de algunas exenciones y un aumento de la carga consensuado y bien pensado, para que sea lo menos regresivo posible y sean algunas empresas que están generando impactos indeseados las que a través de una mayor contribución faciliten la posibilidad de mitigar impactos sociales y ambientales, etc.

La política y la democracia sin diálogo sin acuerdos, sin consensos amplios simplemente abdican de su esencia y su ética de la vida colectiva y el bien común que encuentra en los causes pacíficos y el ordenamiento jurídico e institucional la ampliación de la libertad política y civil, reconocimiento de la dignidad humana y cohesión y paz social para amalgamar la nación como un proyecto colectivo e inclusivo con amplia vocación de progreso.

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