El proyecto de Ley incorpora Neuroderechos, tales como el derecho a la privacidad mental, a la integridad psíquica, a la capacidad de decisión, a la igualdad frente a las tecnologías de neuroaumentación y a la protección contra sesgos.
Augusto Parra Ahumada
Presidente Fundación República en Marcha.
Adriana Valdés, en relación con el debate constitucional sobre “Neuroderechos” señala en una reciente columna, habría que observar con pavor, curiosidad y esperanza.
El cerebro es base de los procesos mentales y comportamientos, por tanto, también de las creencias, juicios y conductas morales. La Neurociencia investiga la estructura y organización funcional del cerebro.
Los avances vertiginosos en materia Neurocientífica y el uso de los datos y la información cerebral van adquiriendo valor como instrumento de dominación de la voluntad de los seres humanos y desde ahí podemos constatar el desarrollo desde dispositivos y hasta la simple administración de datos con la interferencia de algoritmos de inteligencia artificial, que en casos como el de Cambridge Analítica, pueden interpretar al igual que los motores de búsqueda nuestras preferencias e ir previendo nuestras conductas.
Neuralink, emprendimiento neurocientífico del magnate tecnológico Elon Musk, señala en su página web, por ejemplo, “La grabación de muchas neuronas nos permite decodificar la información representada por esas células. En las áreas del cerebro relacionadas con el movimiento, por ejemplo, las neuronas representan los movimientos previstos. Hay neuronas en el cerebro que transportan información sobre todo lo que vemos, sentimos, tocamos o pensamos. Estamos diseñando el primer implante neuronal que le permitirá controlar una computadora o dispositivo móvil donde quiera que vaya. Se insertan hilos de escala micrométrica en áreas del cerebro que controlan el movimiento. Cada hilo contiene muchos electrodos y los conecta a un implante, el Link.”
Los Derechos Humanos se dividen en tres generaciones, una primera de derechos civiles y políticos, una segunda generación de derechos económicos y sociales y la tercera que incorpora derechos de carácter colectivo. Destacados académicos e investigadores sugieren la necesidad de incorporar una cuarta y hasta una quinta generación de Derechos Humanos, los cuales podrían incluir Derechos Digitales, sobre todo a partir de la necesidad de asegurar a todos los individuos el acceso a las tecnologías de la información y la comunicación. Y regularlas adecuadamente, para asegurar su uso, practico y seguro, como contribución al progreso.
Si bien en el Senado se discute un proyecto de Ley, iniciativa de los Senadores Girardi, Goic, Coloma y Chahuán, ampliamente observado por organismos internacionales y susceptible de transformarse en fuente legislativa como referente para, por ejemplo, la Comunidad Europea e incluso la ONU considera la posibilidad de incorporar la experiencia chilena a la Declaración Universal de Derechos Humanos, ya cuenta con algunos detractores.
El proyecto de Ley incorpora Neuroderechos, tales como el derecho a la privacidad mental, a la integridad psíquica, a la capacidad de decisión, a la igualdad frente a las tecnologías de neuroaumentación y a la protección contra sesgos. Por otra parte, todo indica, podría constituir parte del debate constitucional.