En el contexto actual de proceso constituyente se debe plantear la importancia de incluir una cláusula expresa que reconozca las medidas afirmativas.
Natalia Bórquez V.
Abogada, máster en Derechos Humanos
Colectiva-Justicia en Derechos Humanos.
“La situación de la mujer no mejorará mientras las causas subyacentes de la discriminación contra ella y de su desigualdad no se aborden de manera efectiva” es lo que señalaba el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer en el año 1999.
22 años después vemos que la situación de las mujeres no ha mejorado sustancialmente, lo que demuestra una perpetuación de prácticas culturales, sociales, políticas y económicas que impactan en nuestras posibilidades de alcanzar una vida digna y sin discriminación.
Ante este escenario, surge la importancia de implementar medidas afirmativas que permitan paliar estas situaciones de injusticia, removiendo obstáculos tanto materiales como simbólicos. Sus orígenes se remontan a la defensa de los derechos civiles y lucha en contra de la discriminación racial en Estados Unidos de América, y hoy se han convertido en un mecanismo importante para lograr la igualdad de oportunidades, siendo reconocidas en diversos instrumentos internacionales de derechos humanos. Consisten en políticas y prácticas de índole legislativa, ejecutiva, administrativa, y reglamentaria, que tienen por objeto otorgar a las mujeres -y en general a grupos sociales que se encuentran en situación de subordinación estructural – un trato favorable que les permita superar la situación de desigualdad en que se encuentran. Se caracterizan por ser temporales y permiten acelerar la efectividad de las medidas de carácter general que el Estado debe adoptar para garantizar los derechos de mujeres y niñas. Por ejemplo, las cuotas de paridad que fomenta a los partidos políticos a incluir mujeres como candidatas en las elecciones populares o medidas para la contratación y promoción de mujeres en cargos históricamente destinados a hombres debido a construcciones socioculturales en torno al género.
En el contexto actual de proceso constituyente se debe plantear la importancia de incluir una cláusula expresa que reconozca las medidas afirmativas, que permitan compensar la situación desfavorable de las mujeres – y grupos desaventajados en general- sin que haya espacio para cuestionar su constitucionalidad.
De esta forma las medidas afirmativas se instauran como una estrategia necesaria de los Estados para lograr una igualdad sustantiva en el goce de los derechos humanos por las mujeres, una redistribución de los recursos y del poder, que de ser incorporadas en una nueva Constitución haría de ellas una obligación estatal que permitan compensar las opresiones pasadas y presentes y acelerar la concreción de una igualdad real entre hombres y mujeres.