Esperamos que prontamente estas diligencias abusivas sean erradicadas, que en este caso es solo un ejemplo de las muchas falencias de una policía deslegitimada por la ciudadanía, autoritaria e irrespetuosa de los derechos humanos
Emmanuel Arredondo Hernández
Colectiva – Justicia en Derechos Humanos
Corporación y Oficina Jurídica
Ya son conocidos los trágicos hechos en donde en la comuna de Panguipulli un Carabinero dio muerte a un joven artista. Lamentablemente al respecto no es posible hablar de eventos aislados. Pese a que aún se discute en tribunales si el agente policial será o no responsable del delito de homicidio simple o si actuó en legítima defensa. La cuestión de fondo es que este tipo de delitos cometidos por agentes estatales ya no son una conducta aislada, sino que lamentablemente se están transformando en una práctica cotidiana de las policías.
Además de determinar la responsabilidad penal individual de los involucrados en estas situaciones, lo que es necesario hacer es reformar profundamente las instituciones policiales y militares del país, las cuales aún tienen una doctrina autoritaria heredada de la dictadura, que en los años de transición no ha podido ser erradicada. Un ejemplo de esto son las constantes reformas que buscan otorgar mayores facultades a las policías, tales como los controles de identidad (tanto el “investigativo” como el “preventivo”) los cuales no son más que detenciones por sospechas que se ejecutan de manera arbitraria.
Es más, no es poco común que estos controles sean realizados a quien a juicio de la policía “mantenía una actitud sospechosa” o que se realice a “una persona joven de tez morena y mediana estatura con las mismas características de la denuncia anónima recibida minutos antes”. Ambas situaciones han sido declarada ilegales reiteradamente por los tribunales de justicia. Lamentablemente desde el ejecutivo no se ven voluntades de cambio a este tipo diligencias abusivas, pese a que en los años que lleva implementada ha sido un completo fracaso en controlar la seguridad pública.
Esperamos que prontamente estas diligencias abusivas sean erradicadas, que en este caso es solo un ejemplo de las muchas falencias de una policía deslegitimada por la ciudadanía, autoritaria e irrespetuosa de los derechos humanos, la cual no es apta para enfrentar los desafíos del nuevo país que entre todas y todos estamos intentando construir.