Opinión

Las primeras siete Catedrales del Obispado de Concepción

Por: Diario Concepción 24 de Enero 2021
Fotografía: Diario Concepción

Alejandro Mihovilovich G.
Profesor de Historia y Geografía
Investigador del Archivo Histórico de Concepción

La cuarta ciudad fundada por el conquistador Pedro de Valdivia, un 16 de Abril de 1552 y con el fin de honrar al Rey de España, lleva por nombre La Imperial. El sitio fue escogido con gran cautela y en forma estratégica, donde se colocó un fuerte para la defensa de la amenaza indígena. Según el historiador Thayer Ojeda, “Valdivia la bautizó con el nombre de La Imperial porque pensó hacer de ella la capital del Reino, muy luego la fe católica llega a la ciudad con los Agustinos, Franciscanos y Dominicos, además se instala un hospital dedicado a la advocación de San Julián.

Muy luego la ciudad tuvo una diócesis otorgada por el Papa Pio IV, el 22 de Marzo de 1564, siendo su primer obispo Fray Antonio de San Miguel Avendaño y Paz, de la Orden Franciscana. Asumido en su cargo el obispo se dedicó a buscar fondos para la construcción de la Catedral de La Imperial, los que fueron proporcionados por la Real Audiencia y dineros aportados por la ofrenda de los fieles. El edificio fue bendecido por el obispo un 18 de Mayo de 1571, pero luego, en carta al Rey manifiesta que por destrucción del templo, debido a un terremoto, se levantó otro que también es destruido por un temblor y luego otro mayor que el primero, que demolió estos edificios hasta los cimientos.

Estas catástrofes estarían dadas por los terremotos de 26 de Octubre de 1562, 9 de Febrero de 1570 y 16 de Diciembre de 1575.
Durante el período que le cupo dirigir la diócesis a Fray Antonio de San Miguel, crea un seminario y solicita al Rey autorización para crear un colegio y universidad para beneficio de vecinos y naturales del obispado, posteriormente el obispo fue trasladado a la ciudad de Quito.
Reemplazado el obispo por el nuevo designado Agustín de Cisneros, por Bula del Papa Sixto V, un 8 de Marzo 1587, nuevamente la ciudad es destruida la ciudad, ahora por un levantamiento indígena. En 1600, es elegido obispo Reginaldo de Lizárraga, quien no asume en La Imperial por destrucción de ésta y se traslada la sede a la ciudad de Concepción en Penco un 7 de Febrero de 1603, dejando en el sitio de La Imperial las ruinas de 4 templos catedrales destruidos sucesivamente por los terremotos y el levantamiento de los naturales.

Con la llegada del tercer obispo de la diócesis, Fray Jerónimo de Oré y Rojas, se inicia la construcción de la quinta catedral en el Concepción de Penco.
El Papa Clemente IX, designa a Francisco de Loyola y Vergara, como Obispo de Concepción por el consistorio de 15 de Julio 1669, a él se debe la nueva catedral que se erigirá en el antiguo Concepción y será dedicada a la Santísima Virgen María en su advocación de Inmaculada Concepción. Esta obra fue bendecida en Febrero de 1676, edificio que se derrumbó debido al terremoto y maremoto de 1730.
Una nueva Catedral se levantará en el sitio de Penco, obra de los obispos Salvador Bermúdez y Becerra y Pedro Felipe de Azúa e Irigoyen, de tal suerte que al asumir como nuevo Obispo de Concepción, José de Toro / Zambrano y Fernández Romo en 1746 recibe un maravilloso templo que caerá con el terremoto y maremoto de 1751, tan catastrófico que luego de él se trasladará la ciudad al actual sitio.

 

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