Opinión

2021: Odisea al espacio desde Coquimbo

Chile va camino a convertirse en la capital de la astronomía para el 2025 producto de una fuerte inversión extranjera.

Por: Diario Concepción 07 de Enero 2021
Fotografía: Cedida | Universidad de Concepción

Rodrigo Herrera Camus
Profesor Astronomía UdeC
Líder del Grupo Asociado Max Plank – UdeC.

Este 2021 marca el comienzo de la observación de nuestros cielos australes como nunca antes se ha realizado. Desde Cerro Pachón en la región de Coquimbo, y a una altura de 2600 m, el Observatorio Vera Rubin comenzará a utilizar su tecnología de punta para explorar desde cuerpos pequeños en nuestro Sistema Solar hasta distantes galaxias. Este mega telescopio recibe su nombre en honor a la gran astrónoma estadounidense Vera Rubin fallecida el 2016. La Prof. Rubin fue pionera en el estudio de la misteriosa materia oscura analizando cómo ésta moldea la forma en que las galaxias rotan.

Existen muchos elementos revolucionarios en el diseño y construcción del Observatorio Vera Rubin. Uno de los más destacados es la cámara CCD más grande del mundo con una resolución de 3.2 gigapixeles. Sí, leyó bien, gigapixel, que es mil veces más que megapixel, la resolución típica de la cámara de los teléfonos en nuestro bolsillo. Otro aspecto revolucionario es la porción del cielo que el Observatorio puede capturar en una sola imagen. Esta corresponde a un área del tamaño de 40 lunas llenas. Dado lo grande de las imágenes por capturar, el observatorio producirá cada noche la impresionante suma de 20 mil gigabytes de datos astronómicos. En términos científicos, el Observatorio Vera Rubin abrirá una nueva ventana de exploración del Universo: la ventana temporal. Gracias a la observación sistemática y repetitiva del cielo austral, podremos estudiar por primera vez como la emisión de los distintos objetos celestes varía en escalas de tiempo de días, meses y años. Esta variación en la emisión está directamente relacionada con los procesos físicos que la producen, y en su estudio se esconden grandes secretos por descubrir.

Que un telescopio tan potente como el Observatorio Vera Rubin se instale en Chile representa una tremenda oportunidad, no sólo para la comunidad astronómica, sino para todo el país. Muchos de las observaciones serán puestas a disposición del público general con el fin de potenciar la “ciencia ciudadana”, esto es, el análisis científico liderado por cualquiera interesado, incluyendo niñas, niños y educadores. Por otra parte, la gran cantidad de datos por obtener cada noche representa tremendos desafíos relacionados con su almacenamiento, procesamiento y análisis. Esto requerirá el trabajo en conjunto de profesionales de muchas áreas, incluyendo fuertemente a profesionales de las ciencias de la computación, que aseguren que podamos “sacarle el jugo” a las observaciones.

Chile va camino a convertirse en la capital de la astronomía para el 2025 producto de una fuerte inversión extranjera. Está en las manos de la comunidad científica, autoridades de gobierno y políticos, que podamos convertir este hecho en una oportunidad de beneficios no solo para la comunidad astronómica, sino para todo el país. Invertir más en ciencia, en todas sus áreas y formas, es un paso básico que Chile necesita dar si queremos caminar a la lejana meta del desarrollo.

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