Opinión

El reto de pensar ciudades sostenibles e inteligentes

La urgencia de alcanzar la paz social requiere de territorios que ofrezcan oportunidades y libertad para la realización de los proyectos de vida que hagan posible el máximo desarrollo material y espiritual de las personas.

Por: Diario Concepción 11 de Diciembre 2020
Fotografía: Cedida

Augusto Parra Ahumada
Presidente Fundación República en Marcha

El reto colectivo de diseñar las ciudades del futuro, a partir del equilibrio entre los aspectos de competitividad económica, cohesión social y sostenibilidad ambiental, constituye un imperativo para no rezagar el desarrollo, atendiendo a los paradigmas que impone la cuarta revolución industrial, la emergencia climática y el republicano desafío de amalgamar un sistema de convivencia cohesivo e inclusivo, para afirmar las bases de edificación de un futuro común.

Según Naciones Unidas, el 54% de la población mundial vive en centros urbanos y en 2050 se espera que llegue al 66%. En cuanto a Latinoamérica, los retos son aún más urgentes pues es la segunda región en el mundo que presenta mayor urbanización después de América del Norte, en América Latina, el 81% vive en áreas urbanas, según el informe de Naciones Unidas – World Urbanization Prospects 2018.

En Chile, datos del INE muestran que en los censos de población y vivienda que se han llevado a cabo a partir de 1990, el aumento de la población que vive en áreas urbanas ha ido pasando de un 83,5% el año 1992, a un 86,6% en el 2002, y llegando a un 87,8% el 2017, en contraposición a la disminución de la proporción de población rural alcanzando en el último censo a un 12,2%.

De ahí que debe constituir una prioridad para los desafíos electorales de Abril, interrogar y emplazar a quienes aspiren a asumir responsabilidades públicas como constituyentes que deben pensar el Chile de los próximos años, a los candidatos a gobernadores, quienes jugarán un rol preponderante en la planificación del desarrollo de los territorios y a los candidatos a alcaldes y concejales quienes deben pensar e implementar ciudades como delicados espacios de convivencia, para ver cómo priorizan políticas públicas que pongan en el centro el diseño de ciudades inteligentes.

Ciudades que satisfagan las necesidades presentes, sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones, garantizando equilibrio entre el crecimiento económico, la preservación del medio ambiente y bienestar social.

Las ciudades inteligentes se logran desde abrir paso a ecosistemas creativos e innovadores desde la colaboración para acelerar la implementación de los 17 ODS del pacto global 2030, sus 169 metas en el territorio, desde los cuatro pilares que les agrupan, derechos humanos, medio ambiente, crecimiento y paz, instituciones sólidas y gobernanza colaborativa. Con base en la ciencia y las soluciones que ofrecen las nuevas tecnologías, siempre desde miradas integrales y holísticas, en línea con experiencias como las de Medellín o Montevideo, pensando en experiencias cercanas y desde condiciones que guardan alguna similitud, con el gran Concepción Metropolitano.

La urgencia de alcanzar la paz social requiere de territorios que ofrezcan oportunidades y libertad para la realización de los proyectos de vida que hagan posible el máximo desarrollo material y espiritual de las personas, en equilibrio con una vida colectiva que pase de la aglomeración a la conglomeración en torno a algunos objetivos comunes y que tienda a igualarnos en el acceso a espacios y bienes públicos que reconozcan la dignidad de cada persona, en un espacio inclusivo y que logré integrar y complementar soluciones urbanas para el bienestar.

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