Opinión

¿Dónde está la trampa?

No sé si fue algo planificado, pero todo esto de generar la expectativa de una nueva Constitución escrita por el pueblo resultó perfecto para los partidos políticos.

Por: Diario Concepción 17 de Noviembre 2020
Fotografía: Diario Concepción

Jorge Condeza Neuber
@jorgecondezan

No sé si fue algo planificado, pero todo esto de generar la expectativa de una nueva Constitución escrita por el pueblo resultó perfecto para los partidos políticos.

Ya a estas alturas se habrán dado cuenta que hay una lucha tremenda por el tema de los cupos para los pueblos originarios y una vergonzosa dilación de los proyectos de ley para permitir a los independientes una forma decente de competir. No solo tienen la manija para promover indicaciones a granel que traben todos los procesos legislativos, sino que además han instalado esta sensación de que los independientes son otra casta igual a ellos, una nueva “elite”, usando a propósito esta palabra que logra distanciar a los posibles constituyentes con la realidad de la gente común y corriente.

Pero donde está realmente el gran tema es en el sistema de elección de los constituyentes. Para esta elección se aplicará el sistema D´Hondt que usa listas de candidatos cuyos votos sumados construyen el famoso cociente electoral o cifra repartidora que permite que en estas listas se arrastre a todos los candidatos sin importar la votación que se tenga, lo que obliga a un independiente a lograr entre el 11 y el 15% de la votación si va en solitario. En esta elección habrá 3 o 4 listas de los partidos políticos, y alguna lista de los independientes o independientes intentando ir en solitario.
Si pudiéramos soñar y tradujéramos ese 80/20 de la constituyente totalmente elegida versus la mixta, podríamos pensar que a la lista de independientes irá un 80% de la votación. Pero para lograr eso primero tendríamos que poder competir en igualdad de condiciones y contar con los recursos que poseen los partidos políticos.

Esta semana se volverá a discutir en el parlamento un proyecto que busca nivelar la cancha, rebajando la cantidad de firmas de patrocinio de las listas de independientes al mismo porcentaje que se le pide a un partido en formación (hoy es 3 veces más). Que dichas firmas sean online con clave única y no asistiendo a una notaría lo que es casi imposible con la pandemia; y que estas listas puedan hacer pactos con otras, potenciando zonas donde no exista la cantidad de candidatos requeridas. Nada especial.

La trampita fue no explicar que, con convención totalmente elegida o mixta, los partidos tendrían un alto porcentaje de los constituyentes, asunto solo modificable si nos permiten competir en igualdad de condiciones, sin más trampas, sin más trucos y sin más dilaciones.

Etiquetas