Opinión

El ferrocarril urbano de Concepción

Por: En el Tintero 13 de Septiembre 2020
Fotografía: Diario Concepción

En 1886 se estableció en Concepción el primer servicio de ferrocarril urbano, corriendo el primer carro de atracción animal o tracción “a sangre”, como se llamaba el 20 de Diciembre de ese año. Años más tarde, el 7 de Septiembre de 1906, y de acuerdo con el Decreto Supremo 3562 de ese año, se constituyó la Compañía a de Tracción Eléctrica, refundiéndose con el antiguo servicio de tracción animal; esta sociedad anónima, tenía un capital de $2.500.000 repartido en acciones de $50 cada una totalmente pagada.

El Consejo directivo lo presidía Don Federico Wightman y los directores eran Don Pedro H. Mac Clelland, don Guillermo Wilms, Don Julio Gallo y Federico Durloo, secretario Don H.L. Porteous.

El primer carro eléctrico corrió en Concepción un 4 de Julio de 1908 y el primero que se entregó al uso público, corrió el 15 del mismo mes. Las máquinas que producían la fuerza eléctrica eran movidas por cuatro calderas productoras de vapor, todas construidas en EE.UU. Las calderas entregaban la fuerza a dos motores que generaban 250 hp cada una también de procedencia norteamericana, estas máquinas impulsaban dos generadores de 250 HP construidos por la empresa General Electric Co. De Estados Unidos. Otros dos motores de las mismas características funcionaban en Talcahuano.

Hacia 1908 la línea tenía una extensión de 28 Km, 175 m y la trocha era de 1.43 m. Sobre la línea circulaban tres carro motores y tres acoplados interurbanos, además 6 carro motores con 4 acoplados y 30 carros a sangre que funcionaban tan solo en el sector urbano.

La tracción eléctrica movía carros en Concepción por las calles Caupolicán, Freire, Rengo y O’Higgins. ( aún se pueden distinguir hoy, en la calle Rengo al llegar a O’Higgins parte de la línea que aflora desde el pavimento). Luego de Rengo, la línea doblaba por O’Higgins para girar por Caupolicán hacia Talcahuano, enfrentando la calle Bilbao, calle Colón y un ramal que daba al Arenal. En Concepción, corría un ramal a tracción a sangre, entre las calles Maipú, Arturo Prat, Barros Arana, Lautaro (actual Aníbal Pinto) y las ferias Puchacay y Pedro de Valdivia.

La compañía contaba con 273 empleados subalternos y para la tracción animal contaba con 250 caballos. El consumo de carbón al año alcanzaba, aproximadamente, los 4 millones de Kilos, ocupando carbón de las minas de Curanilahue, Lota, Pilpilco y Arauco. La casa de fuerza ocupó una superficie de 600 metros cuadrados.

Según datos de la compañía hasta el 30 de Agosto de 1910, había trasladado 6 millones de pasajeros; las horas de servicio eran de 6 am a 12 pm. Los tranvías urbanos tenían un costo en primera clase, de 80 centavos y en segunda, de 50 centavos.

La empresa de tranvías corrió en Concepción hasta el año 1939, época en que el terremoto destruyó la vía, luego de reparada una huelga general condujo a la quiebra de la empresa, vendiéndose sus carros a una similar de Valparaíso que contaba con la misma trocha que la empresa de Concepción.

Alejandro Mihovilovich Gratz
Profesor de Historia y Geografía
Investigador del Archivo
Histórico de Concepción

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