Opinión

Orquesta Sinfónica UdeC, 68 años de un sueño Femenino

68 años de un sueño femenino en una Universidad con inclusión femenina desde su fundación.

Por: Diario Concepción 14 de Julio 2020
Fotografía: Mario Cabrera

Mario Cabrera
Gerente de Corcudec

La noche del 24 de enero de 1939 el teatro de Concepción, ubicado en Barros Arana entre Tucapel y Orompello, estaba lleno. De pronto la tierra comenzó a moverse y la gran lámpara de lágrimas amenazó a la platea entre griteríos cuando la luz se apagó. La escalera caracol que daba a la galería se desplomó y mucha gente quedó atrapada por días.

Después del terremoto del 39, la activación económica en la zona se concentró en las abrigadas bahías de Talcahuano. La ciudad respiraba carbón junto al nacimiento de la Usina de Huachipato y el complejo industrial.

Como suele suceder post desastres, los primeros ladrillos en levantarse en los años posteriores, son los del espíritu y por esa ciudad puerto y llena de casas Art Déco, con dirección hacia la plaza, caminaban la violinista Carmen Torres Ihle, arrastrando con sus bocanadas y toses juveniles a Gastón Bianchi, Alfonso Carrillo y Jorge Landaeta. Lo hacían habitualmente desde que Carmen los invitó a su casa a formar un cuarteto de cuerdas.

Carmen Torres Ihle se incorporó hacia fines 1948 a la Orquesta del Liceo de Hombres de Concepción dirigida por el profesor y pianista Raúl Rivero. En la orquesta un joven y talentoso flautista llamado Eduardo Meissner pronto se sumaría al proyecto en casa de Carmen y compartirían una futura carrera de odontología. Ambos llegaban de familias con mucha afinidad musical y su formación desde pequeños la habían tenido en los conservatorios de Enrique Soro y Laurencia Contreras. No conforme con el proceso orquestal, este cuarteto deseaba hacer música de cámara y experimentar con otros compositores.

A casa de Carmen fueron llegando más y más músicos que afianzaron sus relaciones en el proyecto del Liceo, al cual pronto dejarían porque la mayoría tomaría carreras de formación diametralmente distintas a su pasión musical.

Al cabo de un tiempo Carmen Torres se cambió de casa y se fue a vivir a Concepción. No había espacio para todos sus seguidores y los ensayos se volvieron inoperantes y nadie podía seguir al otro. Para ordenar la formación, alguien propuso a un callado e introvertido veinteañero como director, su nombre era Wilfried Junge. Así la cosa, con mucha pasión adolescente y dedicación profesional, en julio de 1952 se llevó a cabo el primer concierto del Conjunto de Música de Cámara. Fue el entonces remodelado Teatro Concepción, quien abrió sus puertas para esta naciente agrupación, acompañados por la pianista internacional Edith Fischer.

Don Enrique Molina Garmendia vio el importante potencial del conjunto, por lo que entregó su apoyo y el de la casa de estudios creando la Orquesta de Cámara y en 1958 pasó a ser la Orquesta Sinfónica Universidad de Concepción.

68 años de un sueño femenino en una Universidad con inclusión femenina desde su fundación.

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