Opinión

Insensibilidad y soberbia

Chile, en la fase de contención de la epidemia, que es la más importante, equivocó el rumbo y “siguió el ejemplo de países ricos”.

Por: Diario Concepción 28 de Junio 2020
Fotografía: Según la estadística oficial, en Chile hay 200 mil niños, niñas y adolescentes en situación de trabajo infantil. Una práctica que debe ser erradicada, puesto que vulnera los derechos de estas 200 mil personas. Pero en el contexto de la pandemia, lo más probable que miles de niños, niñas y adolescentes deban trabajar para subsistir. […]

Dr. Ariel Ulloa
Ex alcalde de Concepción

En medio de la pandemia viral que ha desnudado a Chile en su cruda realidad, esa de la pobreza, la desigualdad, el hacinamiento, el trabajo informal, El Mercurio nos trae que los centros de estudio de la derecha han organizado un seminario en el que se pregunta a los concurrentes: “¿Qué rumbo debería seguir Chile?” y “¿Cómo debiese enfrentar la crisis económica social pospandemia?”.

Destaco algunos puntos de vista que, me parece, revelan con crudeza lo que piensa la mayoría de la derecha. Luciano Cruz-Coke, apuntando a lo comunicacional, señala que “somos malos para las narrativas, creemos que nos va a ir mal de todas maneras. Debemos comenzar a creer que nuestras ideas son hegemónicas”. El diputado Sebastián Torrealba, rememorando con seguridad a Von Hayek y Milton Friedman, indica que como bloque se “debían redoblar los esfuerzos en defender las ideas de la libertad”, en clara referencia al libre mercado salvaje que nos tiene adonde nos tiene. Pero el más brutal, como siempre, fue Andrés Allamand, quien advirtió que “algunos querrán instalar que la reactivación será en manos del Estado y tenemos que imponer que es desde el emprendimiento y el sector privado”.

Al margen de estas ideas, el ex presidente de RN, Carlos Larraín, en reciente entrevista para La Segunda -desde su gran hacienda en Tierra del Fuego-, llamó a “salvar a Chile” del “carro paramilitar que ha montado la izquierda para destruir nuestras instituciones”, agregando que Mario Desbordes “está llevando a RN hacia la izquierda”.

Para todas estas personas parece no haber ocurrido nada en Chile en los últimos meses. Continúan viviendo en su mundo, ese para quienes la explosión social del 18 de octubre fue cosa de extraterrestres y el Covid-19 es un mal virus chino. Chile, en la fase de contención de la epidemia, que es la más importante, equivocó el rumbo y “siguió el ejemplo de países ricos (…) y se dio cuenta que un gran porcentaje de sus ciudadanos son pobres”.

El ex ministro Mañalich lo reconoció paladinamente, pero ya era tarde.

Para un sector mayoritario de la derecha, el Chile de la pobreza, las desigualdades y los abusos, no existe. Todos estos personajes son católicos practicantes, por lo tanto, debieran saber que la soberbia es uno de los peores pecados capitales, vicios condenados por el cristianismo desde sus orígenes en el siglo IV. En el caso de don Carlos habría que agregar el pecado de la ira, es decir, la cólera irreflexiva.

Por favor señores de la derecha, sigan el ejemplo de algunos entre ustedes, como Mario Desbordes, y abran el camino a una discusión seria y de fondo sobre el futuro de nuestro país. No continúen presos de sus miedos o de las ideas que llevaron al mundo a la gran crisis del 2008. Ideas que de allí en adelante se baten en retirada en el mundo entero, menos en Chile porque se mantienen protegidas por la Constitución de 1980, que permite a la derecha imponerlas.

En el mundo pospandemia no existirá espacio para propuestas de reconstrucción económica neoliberales y que no contemplen el papel del Estado en el bienestar y protección de la población, menos en un país como el nuestro, que las ha vivido y sufrido durante tantos años. En el período que viene, habrá espacio para todo, menos para la insensibilidad y la soberbia.

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