Opinión

Nuevo aniversario de la UBB

No hay duda de que, en estos 73 años, hemos alcanzado la madurez y templanza que nos permite continuar sirviendo a nuestra sociedad.

Por: Diario Concepción 12 de Abril 2020
Fotografía: Raphael Sierra P.

Mauricio Cataldo
Rector Universidad del Bío-Bío

El 9 de abril pasado, la Universidad del Bío Bío cumplió 73 años de existencia al servicio de Chile y de las regiones de Bío Bío y Ñuble, donde están asentadas sus dos sedes. El comienzo de nuestra historia dual se remonta, para la sede Concepción, al lejano 1947, cuando se crea la Universidad Técnica del Estado. En Chillán, los antecedentes se remontan a 1966, cuando se funda la sede Ñuble de la Universidad de Chile. Ambas tradiciones señeras, confluyen en la fusión institucional que da origen a la actual estructura de la UBB en 1981.

Este aniversario Nro. 73 es diferente, pues nos encuentra en un momento especial, atravesado por las consecuencias de la ruptura social de fines del año 2019 y la inclemencia de la pandemia de Covid-19 que ha generado enorme preocupación al comienzo del 2020. Estamos, al igual que todo el sistema universitario y toda la sociedad chilena, cruzados por dos momentos críticos de nuestra trayectoria reciente como sociedad.

Pero no estamos inactivos ni ausentes, aun cuando estas dificultades están frente a nosotros. No hemos permitido que nuestras aulas se cierren: estamos en modalidad de teletrabajo, con docencia a distancia. Nuestros cuerpos colegiados como los Consejos de Facultad, Consejo Académico y Junta Directiva continúan con su labor usando plataformas de videocomunicaciones. Continuamos haciendo Universidad desde la seguridad de nuestras casas, tomando todas las medidas necesarias para cuidar de la salud de nuestros estudiantes, administrativos y académicos. Vivimos una resignificación de la vida personal y social que juntos estamos afrontando.

Hemos hecho sustanciales esfuerzos institucionales para poder estar a la altura de las circunstancias, con el fin de movilizar nuestros conocimientos y recursos, a través de redes y tecnologías apropiadas para la educación a distancia. Al igual que otras casas de estudio, hemos entendido que este es un momento transitorio, pero no por ello menos trascendente. En justicia, nos debemos a los anhelos de nuestros estudiantes, como también a los de aquellos hombres y mujeres que, en una etapa altamente productiva y creativa de sus vidas, han optado por nuestra Universidad estatal y pública como el lugar para madurar sus cualidades éticas, profesionales, científicas y técnicas.

No hay duda de que, en estos 73 años, hemos alcanzado la madurez y templanza que nos permite continuar sirviendo a nuestra sociedad, formando espíritus nobles, aun en estos tiempos difíciles, para forjar la sabiduría necesaria que contribuya a que este país sea una tierra más justa y próspera para todos y todas.

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