Opinión

Actividad física e hipertensión

Por: Diario Concepción 30 de Marzo 2020
Fotografía: Archivo

Paola Farfán
Jefa de carrera Preparador Físico
Santo Tomás Concepción

Sin considerar, lógicamente, la actual emergencia sanitaria que vivimos, los tiempos modernos en condiciones normales, con una vida social y laboral en constante movimiento, no sólo trajeron tecnología y estrés, sino también cambios radicales en nuestros hábitos alimentarios y de actividad física, debido a labores altamente demandantes en aspectos mentales y emocionales, pero prácticamente sedentarias.

Estos cambios nos llevaron a liderar actualmente los rankings de obesidad a nivel mundial y, junto a estos, gatillar numerosas enfermedades no transmisibles asociadas al sobrepeso y baja actividad física, una de estas enfermedades es la hipertensión arterial (HTA). Según la Encuesta Nacional de Salud, casi un 30% de nuestra población es sospechosa de padecer HTA, es decir, 3 de cada 10 personas.

Uno de los protectores más potentes frente esta enfermedad, una vez ya detectada, tratada y controlada por el médico de cabecera, es la actividad física. De hecho, la inactividad física es un factor de riesgo importante para el desarrollo de hipertensión y de enfermedades cardiovasculares y metabólicas asociadas. Pero ¿qué tipos de ejercicios pueden realizar los hipertensos, considerando las condiciones de su organismo?

Dentro de la actividad física más recomendada -una vez que pase esta pandemia-, está el caminar mínimo 30 minutos diarios de manera sistemática en el tiempo y a un ritmo medio; esto quiere decir caminata rápida. También es posible trabajar con un sistema de intervalos, por ejemplo, con caminata rápida o trote suave por una cuadra, para disminuir el ritmo por el tramo siguiente y luego retomar desde el inicio.

Otras actividades pueden incluir paseos en bicicleta o ejercicio en bicicleta estática, siempre en trayectos no menores a 30 minutos. Entrenar natación a un ritmo suave y constante también es beneficioso, evitando siempre las carreras de velocidad. Aquí también se puede incluir aquaerobics, o gimnasia en el agua, que reduce los impactos articulares, especialmente recomendado para personas mayores o con dificultades de movilidad. La práctica de otras disciplinas como yoga, pilates, stretching y otras asociadas al wellness, ocupan un lugar dentro de la lista de ejercicios; así también entrenamientos con pesas, sobrecarga o funcionales, que también están permitidos con cargas moderadas y ejercicios correctamente ejecutados.

Es importante considerar que la prescripción de estos ejercicios para la población hipertensa es de carácter necesario. Esto porque al fortalecer el corazón con la actividad física, este puede bombear más sangre al organismo con un menor esfuerzo, reduciendo la presión. En resumen, la actividad física puede bajar la presión arterial sistólica de manera tan eficaz como algunos medicamentos para la presión arterial. El desafío es comenzar hoy y no mañana.

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