Opinión

A problemas globales soluciones globales

Por: Diario Concepción 27 de Marzo 2020
Fotografía: Diario Concepción

Augusto Parra
Presidente Fundación República en Marcha

Nos encontramos puestos en un momento de la historia marcado por la disrupción de cambios profundos en las formas de comunicarnos, de desplazarnos, marcado por el acceso a la información, el conocimiento y frente a una evolución científica y tecnológica sin precedentes, que viene a cambiar nuestra forma de vida.

Noam Yuval Harari, hace unos días en una entrevista en relación a COVID 19 señalaba, en comparación con otras pandemias que han afectado a la humanidad, señalaba que la gran diferencia es que hoy los virus se transportan en aviones intercontinentales a una velocidad inusitada mientras en los siglos XIX y XVIII en una carreta. Hoy estamos ultra integrados y conectados por lo mismo son cada vez más los problemas de alcance global, lo que ocurre a 20 mil Km de distancia tiene un impacto directo en nuestras vidas en materias de epidemiología, en relación por ejemplo al cambio climático, pues adquiere tanto o más efectos para nosotros que nuestras propias acciones, lo que haga China, EEUU o alguna otra super potencia industrial. Vemos cómo los impactos en las bolsas internacionales en unas pocas horas impactan nuestros fondos de AFP, a la banca y las bolsas hasta del último rincón del planeta. Enfrentamos desafíos comunes como por ejemplo la producción y distribución de alimentos o la distribución y uso racional de bienes estratégicos como el agua, la hiperpoblación, la migración y un largo etc…

Por otro lado, nunca habíamos registrado igual acceso al conocimiento, la información y los datos. BiungChul Han, filósofo Sur Coreano, en un artículo de un importante diario Español, destacaba que, en el combate a la actual pandemia resulta tan valioso el aporte desde el conocimiento de las ciencias de la salud, cómo el big data y las tecnologías que permiten conocer la proyección geométrica y expansión del virus.

Los problemas que enfrentan los Estados en el siglo XXI adquieren en gran medida carácter global y para abordarlos adecuadamente entonces se requiere soluciones globales.

Un nuevo orden mundial debe emanar de pasar de la soberanía a la cooperación, no se trata de integración si no de abordar en perspectiva común y colaborativa aquellos problemas comunes, proporcionando soluciones con base en el conocimiento, la ciencia, la tecnología y la racionalidad.

Solo en la medida que la democracia liberal, la economía de libre emprendimiento y la globalización comience a dar respuestas a los problemas y vulnerabilidades que enfrenta la sociedad podrá proyectarse en el tiempo para seguir aportando al progreso y logrará apartar al populismo y a los ultranacionalismos, por cuanto un nuevo republicanismo inclusivo y preocupado de la cuestión social es el único camino posible para las ideas de libertad.

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