Opinión

Educación sexual en primera infancia

Preferir evitar la educación sexual en un niño es perder la valiosa oportunidad de saber qué sucede en el mundo interno de este niño.

Por: Diario Concepción 28 de Enero 2020
Fotografía: Mariana Lagos

Mariana Lagos
Psicóloga y directora del PPF Bellavista Tomé, de Corporación Catim

Como padres, cuidadores y/o profesionales comprometidos a la infancia y respeto por salvaguardar la protección de los derechos de los niños, nos enfrentamos a una realidad nacional alarmante, dado el aumento significativo de denuncias por abuso sexual infantil y políticas que resultan insuficientes para abordar la reparación del daño emocional de un niño que ha sufrido este tipo de vejamen.

En Chile, según cifras del Ministerio Público, las denuncias de abuso sexual infantil aumentaron un 33% entre 2015 y 2018. Para comparar, entre enero y abril de 2019, ya se habían denunciado 9 mil 544 casos de delitos sexuales a la Fiscalía, cifra muy superior a los 8 mil casos que se registraron en todo 2004.

Pese a los esfuerzos en la protección, el acceso a todo tipo de información desencadena una sobreestimulación a la infancia, alertando a padres y profesionales la precocidad con que los niños acceden a información sobre sexualidad, sin contar con supervisión o la madurez necesaria para integrar efectivamente lo que los medios les entregan.

Sin embargo, sigue siendo material de discusión, encontrándonos siendo participes del tabú que implica la sexualidad y temerosos en abordar junto a un niño su propio desarrollo, cambios y descubrimientos.

Es el mismo tabú que no permite identificar la sexualidad como agente relevante en el desarrollo de la identidad de una persona. Esto no sólo es negar una realidad que existe desde el origen de la humanidad, sino que también es negar la sexualidad como un eje fundamental de la vida humana. En cambio, una adecuada educación sexual permitiría potenciar la integridad de cada uno y favorecer la percepción de protección familiar y autoprotección al enfrentarse a posibles amenazas.

Temas como la exploración temprana y la autoestimulación resultan agobiantes en un principio, en especial cuando el desarrollo de estas temáticas se da en un contexto social que se caracteriza por mitos y falsas creencias. Es por ello la relevancia de identificar en nosotros mismos nuestras propias creencias y prejuicios respecto al tema.

Preferir evitar la educación sexual en un niño es perder la oportunidad de saber qué piensan y sienten, es perder la valiosa oportunidad de saber qué sucede en el mundo interno de este niño. Lo anterior, constituye un elemento que resulta fundamental para poder guiar, cuidar y acompañarlos en su camino.

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