Opinión

La vía Republicana (Parte 1)

La República Moderna se funda en los principios de Libertad, Igualdad y Fraternidad.

Por: Diario Concepción 10 de Enero 2020
Fotografía: Diario Concepción

Augusto Parra
Presidente de la Fundación República en Marcha

La democracia ateniense, demókratia, según Aristóteles en el siglo IV A de C y la res publica romana II y I silos A de C dan forma a la “cosa pública” en cuanto forma de gobierno, como un asunto que compete a toda la ciudadanía y no sólo a una determinada clase social o a unas élites. El republicanismo, como ideología, no es necesariamente antimonárquico, pero sí radicalmente antidespótico y opuesto a la aristocracia, la oligarquía y la dictadura.

Busca también un sistema político que protege la libertad y especialmente se fundamenta en el derecho, en la ley como expresión de la voluntad soberana del pueblo, a la que no puede sustraerse nunca un gobierno legítimo de espíritu republicano.

Como teoría política, el republicanismo propone y defiende la república como el modelo de gobierno óptimo para un Estado inclusivo y factual e intrínsecamente ligado a la democracia y la libertad, cuyo delicado equilibrio para no tentar a los males que cierne sobre ella, amenazas de distintas formas de tiranía.

Toda forma de Poder sin un contrapeso adecuado tienta a la tiranía, de ahí que podemos afirmar que las democracias directas que tienden a la sobre representación de la mayoría, muchas veces circunstancial, al desproteger y avasallar a la minoría tiende al despotismo. Por cuanto desde la concepción romana, en adelante, las ideas de la democracia representativa, el ordenamiento jurídico y el Estado de Derecho, como aquella forma de gobierno que permite representar el sentir de la mayoría, pero resguardando adecuadamente el derecho de la minoría se adecua mejor a la República de vocación inclusiva.

Los gobiernos de las élites muchas veces derivan en Oligarquías, el caudillismo en tiranía y el populismo y la demagogia terminan por defraudar la fe pública, la confianza, credibilidad y legitimidad en que la democracia se sustenta.

La República Moderna, podemos entenderla en la lógica del Estado Nación, como la casa común de todos y para todos. Y se funda en los principios de Libertad, Igualdad y Fraternidad. Es en ese equilibrio, el estrecho pasillo que debemos transitar para garantizar la libertad y la democracia que no es posible enfrentada al igualitarismo totalitario, pero tampoco cuando los ciudadanos no nos igualamos ante la democracia, la Ley y en dignidad.

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