Opinión

Manual para vivir peligrosamente

Por: En el Tintero 07 de Diciembre 2019

Parece extraño que suceda de este modo, pero hay quienes gustan de vivir en peligro, adictos a la adrenalina, que no pueden vivir una vida sin altos niveles de riesgo, suben edificios por afuera, se lanzan de cabeza contra un roquerío, esperando que el paracaídas se abra a tiempo. Es extraño que nadie se ha preocupado de hacerles, por fin, un homenaje a la locura, o establecer una condecoración al más bruto. Otros se matan sin saber, o esperando que los riesgos no lleguen a concretarse, como fumadores impenitentes, consumidores de substancias varias, o adictos a la velocidad.

Las otras fuentes de peligro están en la alimentación, una de las más dolorosas pérdidas de la inocencia, descubrir que casi todo lo que nos alimenta puede matarnos, azúcares, colesteroles, grasa, metales, oxidantes, contaminantes, preservantes venenosos y colorantes traicioneros. Una mesa bien provista puede ser un campo minado.

Los romanos nunca supieron, que les gustaba saborear el peligro, muchos tenían especial predilección por el vino endulzado con azúcar de plomo, sin saber que estaban tomando veneno puro. La evidencia la tenemos recién, un nuevo estudio muestra que se han encontrado niveles extremadamente altos de plomo en los huesos de 30 personas que vivieron en Londinium, el actual Londres, durante los siglos I al III. Se afirma que cinco microgramos de plomo por decilitro de sangre adulta indican que la sangre se ha vuelto tóxica; los investigadores encontraron un promedio de 14,4 microgramos de plomo por decilitro de sangre en los huesos de los britano-romanos que estudiaron, más que mortal.

No es probable que el imperio se haya caído por eso, pero nosotros sí podemos caernos por cosas parecidas.

PROCOPIO

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