Opinión

Violencia contra la Mujer: un objeto ante los ojos de la sociedad

Por: Diario Concepción 27 de Noviembre 2019
Fotografía: Agencia UNO

Cada 25 de noviembre se conmemora El Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer con el fin de hacer un llamado a todas las naciones del mundo a generar políticas de estado para su erradicación.

La violencia contra la mujer, es violencia de género; es decir, se ejerce contra la mujer por el sólo hecho de ser tal, manteniendo e incrementando la subordinación frente al hombre y promoviendo la relación de desigualdad entre ambos sexos en todos los ámbitos en los cuales nos desarrollamos, pero potenciándose especialmente en el contexto doméstico.

Esta violencia se produce y sigue produciendo pues se considera a la mujer como un objeto, y no como un sujeto de derecho; y, por ende, al ser un objeto, se entiende que pueden ejercer propiedad sobre nosotras y “usar, gozar y disponer” cuando quieran. Así, se naturaliza y tolera que en el ámbito público nos griten cosas en la calle o realicen toques con connotación sexual; se naturaliza que puedan insultarnos y maltratarnos verbalmente; que puedan “exigirnos” o forzarnos a realizar actos de connotación sexual; y así suma y sigue.

En este estallido social, vemos que la violencia contra la mujer es un tema recurrente en todos los contextos y nos lleva nuevamente a reflexionar cómo naturalizamos este tipo de violencia y el cómo circunstancias de inestabilidad social propician a que ésta incremente: según cifras del INDH, desde el 18 de octubre se han presentado 74 querellas por violencia sexual, cuatro veces más que en nueve años.

A modo de ejemplo, hace unas semanas en la ciudad de Temuco, un manifestante enfrentándose a agentes del estado, le gritó amenazantemente a un carabinero, en tono de insulto/gracia, que abusaría sexualmente de su hija.

Ante dicha situación, les pido “mirar más allá” y comprender lo que está detrás de este insulto: persona que quiere despreciar a otro, lo hace con una amenaza que no dice relación con vulnerar la integridad física del amenazado, sino que con la de su hija mujer, atacando aquello que en ojos de todos se considera más vulnerable y de “fácil acceso”, es decir, mirándola como un objeto respecto del cual puedo hacer uso y abuso para molestar y amenazar a otros.

Así, si el ejemplo anterior les hace sentido, les invito a reflexionar sobre la incomodidad y riesgo que día a día vivimos las mujeres, donde según cifras de la Organización de las Naciones Unidas, 1 de cada 3 vivimos o viviremos algún tipo de violencia por el “simple hecho” de ser mujer.

Tammy Pustilnick Arditi,
Abogada, Master en DD.HH Universidad de Tel Aviv, Master en Estudios Legales Internacionales NYU

Etiquetas