Opinión

El arte de sobrevivir como se pueda

Por: En el Tintero 27 de Octubre 2019

Los científicos son una especie particular, andan por allí descubriendo cosas. Cuando son realmente importantes, las publican con un lenguaje encriptado para ser comprendidas por sus propios pares, se produce así un nicho ecológico apto para científicos. Ocasionalmente, los hechos trascienden y son conocidos, muchas veces a medias, por el grueso público.

Científicos locales en su oportunidad, publicaron en una revista International, el descubrimiento, en los fondos marinos, frente a las costas chilenas, de conjuntos bacterianos muy similares a los fósiles, solo que estos de aquí estaban vivos, una comunidad de bacterias gigantes chilenas que habitan debajo de la superficie del fondo marino en un ambiente totalmente desprovisto de oxígeno, con abundancia de azufre, condiciones propias del océano primigenio, que ha permanecido bajo condiciones físicas y biológicas esencialmente invariables por dos mil millones de años.

En términos parecidos, pero en diferente orden de magnitud, se ha descubierto en Chile una colección de leyes antiguas e inútiles, aunque plenamente vigentes, que permanecen inalteradas en los nichos, posiblemente privados de oxígeno y luz de estantes recónditos.

Otra especie que parece haber evolucionado poco o nada son los políticos, un colectivo que ha venido reproduciendo modos de actuar por algunos siglos, hasta establecer como normal un proceso de búsqueda de soporte ciudadano y una fase de amnesia de compromisos, reemplazada por una rara habilidad para seguir en sus puestos y robustecer posiciones mediante maniobras perfeccionadas en el curso del tiempo. Las macrobacterias serán sometidas a examen, los políticos, posiblemente un día de estos.

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