Opinión

El rol de la nutrición para conservar un corazón sano

Por: Diario Concepción 09 de Septiembre 2019
Fotografía: Cedida

Mauricio Sotomayor
Nutricionista – Magister en Fisiología Humana
Académico de la Facultad de Medicina Ucsc

Actualmente, la presencia de nutrientes y fitoquímicos que ingresan a través de nuestra dieta, muestran distintos mecanismos de acción y en distintos niveles de evidencia, roles cardioprotectores, vasodilatadores, antitrombóticos, antioxidantes, antiinflamatorios, antiagregantes. Por lo que la presencia de estos en la dieta es necesaria, pues aparecen como factores claves para disminuir el riesgo de generar un evento patológico cardiovascular.

La realidad en el país es preocupante. Los estilos de vida como el nuestro (occidental), se caracterizan, en su generalidad, por incluir un exceso de alimentos cárnicos y derivados (por ejemplo, carnes rojas y embutidos), altos en azúcares como productos de pastelería y grasas.

Además, también resultan comunes las comidas altas en colesterol, ácidos grasos saturadas y trans (lácteos altos en grasas, carnes y derivados). A esto, hay que sumarle un precario, y en muchas ocasiones casi nulo, consumo de frutas, verduras, hortalizas, pescados y frutos secos.

Entonces, ¿qué recomendaciones o tipo de dieta podríamos seguir para mantener un corazón saludable? Para eso, en primer lugar, debemos apoyarnos en estilos de alimentación, como por ejemplo la dieta mediterránea, que a lo largo de la historia contemporánea, ha sido asociada a buenos indicadores de salud.

La primera representación de la dieta mediterránea fue propuesta como una pirámide en 1993, y hasta la fecha mantiene esta forma, mostrando en su base hábitos como bailar, ejercitarse y comer en familia, representando lo importante del gasto de energía y el componente social de la alimentación.

En el siguiente escalón (desde la base hacia la punta), se encuentra un diverso grupo, compuesto por alimentos vegetales como frutas y verduras, cereales, legumbres, aceite de oliva, hierbas y el vino, se recomienda a diario su consumo. El siguiente nivel, está compuesto por pescados y mariscos, recomendados dos veces por semana. A continuación, le siguen las carnes de ave, huevos, lácteos, en donde su consumo es semanal. Por último, en la punta, que corresponde a los azúcares y carnes rojas, su recomendación es “menos frecuente”.

También nuestro país se ha sumado últimamente a iniciativas impulsadas por la Organización Mundial de la Salud a partir de 2006, como lo es la “Campaña Cinco al Día”, que nos sugiere consumir cinco “porciones” de frutas y/o verduras a lo largo de una jornada.

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