Hay gente que no tiene imaginación, en una habitación completamente a oscuras todo lo que aprecian es la falta de luz, para otros, con imaginación más florida, la oscuridad contiene un festival de posibilidades.
Mirar el aire es por el estilo, muchos ven allí, en esa masa casi invisible, el elemento que les permite respirar, el que mueve las hojas si hay viento, o el que suele sujetar los aviones. Sin embargo, para otros pocos, el aire puede tener muchas cosas y es asunto de salirlas a buscar. Los hackers moderadamente habilidosos, por ejemplo, pueden sacar datos del aire, algunos claveles encuentra allí todo los que les hace falta, los árboles sacan del aire compuestos malolientes y varios productos orgánicos, como el CO2. Gobiernos abusivos pueden sacar del aire programas de televisión delatores o disidentes.
Mucho mejor, un equipo de científicos de la Universidad Técnica Checa en Praga asegura haber encontrado un método para extraer agua del aire mediante una instalación que funciona con la energía solar, el prototipo del llamado “Solar Air Water Energy Resource” puede producir por ahora unos 100 litros de agua potable por día en cualquier lugar del planeta.
Uno de los inventores da una explicación tipo Holmes; se utiliza aparatos que son habituales en la industria alimentaria para deshumidificar el aire. Los componentes principales del sistema son un desecador que acumula moléculas de agua en sus paredes, mientras que un calentador de aire produce vapor de agua que se une a esas moléculas de agua y, mediante un enfriamiento de convención, la recoge. Elemental, dear Watson. En realidad no es nada nuevo bajo el sol, pero a ellos se les ocurrió. Gente insoportable.
PROCOPIO