Influyó en la protección al trabajo, a la industria y a las obras de previsión social; la conveniente división de la propiedad.
FERNANDO SAENGER GIANONI
Prof. Derecho Pol. y Constitucional UCSC
En junio de 1914, se desencadena la I guerra mundial como consecuencia del asesinato de Sarajevo.
En 1918, Alemania es derrotada. El 9 de noviembre de ese año, abdica el Káiser Guillermo II y se exilia en Holanda. Se proclama la República. Se firma el armisticio de Compiègne, para luego suscribirse el tratado de Versalles el 28 de junio de 1919, con los países que habían obtenido la victoria.
Comienza la revolución en Alemania que significan muchas consecuencias de tipo financiero, social y humana. Se sustituye la antigua Constitución del Imperio Alemán y se proclama otra de tipo republicano, elaborada por la Asamblea Nacional de Weimar con fecha 11 de agosto de 1919. Habiéndose extinguido la monarquía, la soberanía pasa a todas las personas integrantes del país. Se estableció un presidente del Reich, quien representaba a Alemania para el derecho internacional. El gobierno lo asume un Canciller y sus ministros.
El parlamento es el Reichstag elegido por sufragio universal integrado por 491 representantes. Uno de los aspectos más trascendentales de esta Constitución es el impacto mundial que significó el establecimiento de los derechos sociales denominados de la segunda generación.
Así es como se consagraron innumerables disposiciones de tipo laboral, sanitarios, de previsión, maternidad, educacionales y otros, que se divulgaron en todo el mundo occidental. En el orden económico, financiero y social, se establecen normas que antes nunca habían estado consideradas en ningún país. Se consagró la función social de la propiedad, con especial relevancia a las tierras productivas.
Esta Carta Fundamental rigió en Alemania durante años, pero con la llegada de Hitler al poder a contar del 30 de Enero de 1933, sufrió todo tipo de violaciones y perdió completamente su valor, cuando este dictador asumió los plenos poderes en forma absoluta hasta su muerte en abril de 1945.
Como es sabido, nuestro país sufrió un quiebre constitucional en septiembre de 1924, obligando a don Arturo Alessandri a dejar temporalmente el cargo viajando a Europa.
En marzo de 1925, reasume Alessandri y se estudia lo que fue la Constitución de ese año, que fue aprobada por plebiscito y entró a regir a fines del mismo.
La Constitución alemana de Weimar influyó directa y precisamente en muchos aspectos de la Constitución Chilena de 1925, especialmente, en las siguientes materias: a saber, lo relativo a tributos, en especial en el pago proporcional de los impuestos; las obligaciones y limitaciones al derecho de propiedad con relación al progreso del orden social; la protección al trabajo, a la industria y a las obras de previsión social; la conveniente división de la propiedad y la constitución de la propiedad familiar, entre otras materias.